Las tareas pendientes de Maciá

Hace un mes, el Real Betis arrancaba su pretemporada con la idea de asentarse nuevamente en la máxima categoría. Desde el club no se pretendía hacer una revolución en cuanto a fichajes, pero de momento son cinco - más Piccini - las nuevas incorporaciones para la temporada que se avecina, y tanto Pepe Mel como la siempre fiel hinchada verdiblanca demanda la llegada de más jugadores. Lo cierto es que las sensaciones no están siendo ni mucho menos positivas, y a escasas tres semanas de que eche a rodar el balón en competición liguera, el técnico bético señalaba que "creía que iba a tener más gente de la que el día 23 competirá ante el Villarreal. Somos demasiado parecidos a lo del año pasado".

De momento, Tarek, Petros, Van der Vaart, Digard y Pezzella son las caras nuevas del Betis 15-16. Tan solo los dos últimos parecen haberse hecho con un puesto de titular en los esquemas de Mel, mientras el internacional holandés, que debe ganar forma, está llamado a ser el que lleve la manija del equipo la próxima campaña. Un montaje de 7 millones gastados en estas incorporaciones a las que hay que sumarles la llegada de Piccini, que ya estuvo cedido en Heliópolis la pasada campaña y que ya es futbolista bético a todos los efectos. El cuadro hispalense no cuenta con más dinero en sus arcas para acometer más fichajes, y los próximos en llegar podrían hacerlo en forma de cesión o con la carta de libertad bajo el brazo. Así lo expresaba el preparador madrileño: "la posibilidad de ir al mercado a comprar un jugador, por lo que me han explicado, es cero".
En este sentido son muchos los nombres que han estado relacionados en mayor o menos medida con el Betis en las últimas fechas. Desde jugadores como Marco Asensio, que el pasado lunes se incorporaba a los entrenamientos del Real Madrid a la espera de que el club blanco se decida por un club para cerrar su cesión; a otros como Bakary Sako, extremo malí muy veloz que acabó contrato el pasado 30 de junio con el Wolverhampton; Tony Sanabria de la AS Roma, que, pese a los continuos rumores que lo sitúan en La Palmera, no entra ni en los planes de Mel ni en los de la secretaría técnica bética; o Michu, atacante español que negocia la rescisión de su contrato con el Swansea galés.
El caso es que el Betis esperaba sacar tajada con la venta de varios de sus futbolistas, principalmente con las de Lolo Reyes, Álvaro Vadillo y Foued Kadir. No obstante, ninguno ha abandonado el club por el momento y de los que lo han hecho, tan solo la venta de Chuli al Almería ha aportado cerca de 500.000€, lejos de los 2-3 millones que esperaban recaudar los verdiblancos con todas las salidas. Tampoco se conocen los ingresos televisivos que el Betis tendrá la próxima campaña. Hace unos días, Expansión indicaba que estarían entre los 20 y 25 millones, pero desde las oficinas del club se espera que el ingreso sea mayor.
Y todo eso con, al menos, cuatro nuevos fichajes por llegar. Cinco a ser posible. Pepe Mel espera ver reforzada su plantel con la llegada de un central, un lateral izquierdo, uno o dos extremos veloces y un delantero centro con gol y movilidad. Pero el preparador madrileño no quiere a cualquiera. A poder ser, le gustaría que los jugadores que llegaran lo hiciesen gratis y en propiedad, pero no como agentes libres: "no quiero un futbolista cedido joven que tape la posibilidad de que jugadores jóvenes nuestros no puedan salir porque estás formando futbolistas de otro equipo. Ni tampoco cedidos veteranos porque la experiencia me dice que no es bueno. Todo lo que no sea eso lo contemplamos si nos mejora, lo vemos con ilusión por la Liga y el Betis. Así no nos cerramos a ningún jugador".
De momento, "está todo abierto. Quiero que todos piensen que ante el Villarreal pueden ser titulares. Quiero que hasta el sábado por la mañana, que ya intuyan el once, todos crean que puedan estar en él. Ningún jugador ha demostrado ser titular indiscutible", manifestaba Mel. Y visto lo visto en pretemporada no es más que otra prueba de que el equipo está verde, muy pero que muy verde.