Catalán consideraría "un honor" ser presidente de Betis, aunque "Ollero es el mejor"

Pese a arribar hace apenas 11 meses a Heliópolis, el consejero José Miguel López Catalán es un hombre muy importante en la estructura institucional del Betis. Su ambición no tiene límites, y así quedo evidenciada tras comprar el paquete accionarial de Rufino González. A los pocos meses, entraba en el consejo de administración, donde ha ido ascendiendo pese al cambio de presidencia. Con Juan Carlos Ollero, la relación es más que buena, hasta el punto que lo describe como "el capitán" del equipo. Un puesto de presidente que no descarta el consejero ocupar en un futuro:

"Yo creo que a cualquier bético le parecería un honor ser presidente. A mí, por supuesto que sí. Aunque es verdad que en este momento no podemos encontrar un mejor presidente que Juan Carlos Ollero. No lo hay. Su experiencia, su temple, su talante, y la dedicación absoluta que está teniendo con el club... Juan Carlos está en el estadio desde las 9.00 de la mañana hasta las 21.00 de la noche. Yo, con 45 años, tengo también unas obligaciones con mi empresa. Estamos formando un equipo, pero Juan Carlos es nuestro capitán".
Así las cosas, Catalan quiso acabar con los rumores que afirmaban que compró sus acciones en el Betis coaccionado por intereses de terceros. "Yo creo que eso alguien lo dijo al principio, y puede pensarse mal. Está demostrado que al final fue una decisión completamente sentimental ,de bético que soy. Y por supuesto, mi dinero lo puse. Yo cre que eso está clarísimo, y lo más importante, fue un signo de cambio, porque después algunos más se han apuntado a comprar acciones. Si me preguntas si me arrepiento o no de esa decisión, yo digo que estoy encantado de haberlo hecho", afirmó.
Y no sólo eso, sino que no descarta en un futuro adquirir más acciones: "Yo desde luego lo que tengo clarísimo es que cuando di el paso que di para tener un cierto peso en el Betis o poder aportar mi voz en el futuro del Betis, lo hice como una opción de vida. No tengo ningún interés en vender esas acciones, sino que lo doy como un dinero a fondo perdido por participar en eso. Con la inversión que hice tengo más que suficiente para lo que estoy haciendo, y estoy haciendo de una posible ampliación. Pero lo importante no es pensar en mí. Yo no creo que e Betis necesite un salvador, sino un equipo que tome las mejores decisiones posibles. Todo eso se va gestando. Yo espero que el Betis no tenga que depender de que venga un Chino, o un Indio a salvarlo. Espero que sea nuestro legado para nuestros hijos. Por supuesto, no es por querer tener poder en el Betis ni por querer mandar. Yo lo que quiero y lo que quería es ayudar en lo posible a que el Betis se gestione bien. El futuro ya veremos lo que nos trae, pero en todo lo que pueda ayudar, estaré ahí. Me parece que lo más óptimo para el futuro del Betis es un Betis de los béticos, con el mayor capital posible. Me parece que es importante que los béticos participen, aunque sí que es mejor que haya cuatro, cinco o seis gestionando en primera línea, a una persona, que es más fácil que se equivoque".
Al igual que Ollero, la implicación de Catalán en el proyecto es altísima: "Ahora mismo va a hacer un año de cuando pasé de ser un bético más que sufrió el último año, y me decidí a comprar el paquete de Rufino. Me retraré, pues no sólo pasé a ser accionista sino que me integré en la estructura del Betis para poner mi granito de arena en el proyecto. Ahora mismo, el nivel de involucración ha sido brutal. Le dedico todo el tiempo que puedo al Betis. Y Ollero creo que tiene un mérito espectacular el trabajo que está haciendo y tenemos que aprender de él. Estoy contento con el trabajo en equipo, el que todos creemos que da resultados".