Victoria de inventario y el objetivo más cerca

El Betis ha cosechado una victoria tan importante como poco brillante en su visita al campo del Barcelona B. El Mini Estadi, vestido por una jornada de verdiblanco, celebró el triunfo de los hombres de Pepe Mel, un triunfo que permite asentar el liderato y alejar el tercer puesto a seis puestos a falta de nueve jornadas. Paso de gigante del Betis ante un Barcelona B que huele a Segunda división B.
El Betis entró al partido mal, despistado. De hecho, no apareció hasta el minuto cinco, cuando el filial azulgrana ya se había puesto adelante en el marcador. Un error en cadena de Adán y la defensa verdiblanca propicien el gol de Sandro. Fue en el minuto dos y la jugada ya había venido precedida de otra ocasión anterior por otro despiste heliopolitano. La mala puesta en escena del Betis coincidió igualmente con los mejores minutos del partido de Adama Traoré, la gran figura del Barça B. El velocísimo jugador culpé fue un dolor de cabeza constante para el Betis. Ni Varela, ni Pacheco conseguí frenarlo y sus internadas se convertían en ocasiones de gol.
Pese a la presencia activa de Adama, la realidad es que con el paso de los minutos el Betis transmitía una sensación de superioridad notable. Llegaba fácil al área rival, con un fútbol más fluido que en jornadas anteriores. Sin practicar un juego brillante el conjunto verdiblanco se plantaba con facilidad en las inmediaciones del área de Suárez, aunque fallaba en el último pase. Portillo y Dani Ceballos volvieron a ser de lo mejor del equipo bético. Cada vez que conectan su huele el peligro.
Dani Ceballos puso las tablas en el marcador antes del minuto veinte. A partir de ahí, el encuentro estuvo dominado por el Betis, a excepción de los primeros minutos de la segunda mitad. Y es que el equipo verdiblanco volvió a salir al campo con la caraja. El Betis pudo matar antes el partido, pero ni Rubén Castro, ni Jorge Molina estuvieron acertados ante Suárez en las oportunidades que tuvieron en la primera mitad.
El Barça B, sin generar un caudal de fútbol importante, sí que llegaba fácil a la contra a la portería de Adán. El madrileño tuvo la oportunidad de resarcirse con paradas de mucho mérito que salvaron al equipo, especialmente en un mano a mano con Dongu y en un disparo cruzado muy peligroso de Adama en la segunda mitad ante el que mostró unos reflejos enormes.
Que el partido cayera del lado verdiblanco era sólo una cuestión de tiempo. Sin hacer nada del otro mundo, el Betis transmitía sensación de peligro cada vez que merodeaba el área azulgrana. En un balón colgado por Molinero, sin aparente peligro, Rubén rozó la pelota, le cayó a Jorge Molina y el capitán volvió a marcar para poner por delante al Betis y cerrar el partido. No se veía en el Barcelona B la capacidad de reacción suficiente como para que el partido peligrara.
Los cambios de la segunda mitad mejoraron la imagen del Betis. Entraron Kadir, Lolo Reyes y Rennella y le dieron otro aire al equipo, especialmente desde el punto de vista físico. Rubén Castro deja escapar otro partido sin aparecer. No se termina la mala racha del jugador canario.
En los últimos veinte minutos, el Betis apostó por un fútbol control práctico que le salió a las mil maravillas. Apenas sufrió en su portería y aún pudo sentenciar con otro gran pase de Portillo a Rennella que no acabó en gol de milagro. Portillo, por cierto, fue el mejor del equipo.
Tres puntos más y el objetivo más cerca. No le den mas vueltas, ni busquen más... que no hay.