Maciá, un cazatalentos con un máster en superación

Eduardo Maciá es una profesional muy reconocido en el fútbol. Respetado y en alta estima por su entorno y en gran medida por los clubes por los que ha pasado. Un ejemplo ha sido la Fiorentina, donde la afición violá lamentó su marcha por su trabajo invisible a la hora de cazar talentos. Borja Valero, Gonzalo Rodríguez o Cuadrado son algunos de los futbolistas que llegaron al equipo durante su etapa a la entidad de Florencia. Pero la buena labor de Maciá hasta el momento no es fruto ni de la casualidad ni de las circunstancias. Más bien, del trabajo y de la capacidad de superación.

Ha sido una persona que ha tenido que superar muchos obstáculos desde pequeño, siendo capaz de sortearlos y de usarlos incluso como apoyo. Así lo explicaba el nuevo director deportivo del Betis, en una entrevista concedida a La Republicca en 2013: "Soy sordo de nacimiento, tengo un 60%. Leo los labios. Pero nunca me vine abajo. Incluso me ayudó a estar más centrado, a entender mejor las cosas para no perderme los detalles. Esa es la mejor respuesta a aquellos que quieren burlarse de los demás".
"Yo sólo veo lo que necesito”, asegura un técnico de quien se dice que sabe más que la Wikipedia. Cada semana está pendiente de casi 50 futbolistas. Para ello, realiza al menos cuatro viajes al mes, siguiendo a aquellos jugadores a los que considera más interesantes y realizando un seguimiento no sólo futbolístico, también en cuanto su formación y ámbito privado. "Veo partidos de todo el mundo, aunque me apoyo en mis observadores. El fútbol es un trabajo, no un juego. No se puede tener miedo a perder". 
Graduado en la Universidad Politécnica de Valencia, jugó al fútbol hasta los 21 años. Su posición era la de defensa central, pero una lesión de espalda en la columna provocó su retirada prematura. A partir de ese momento, empezó a trabajar con los más pequeños del club che, haciendo también labores de scouting de jóvenes talentos. Poco a poco, fue ascendiendo en el organigrama de la entidad valencianista, hasta convertirse en director deportivo. Después, Rafa Benítez se lo llevó al Liverpool, club en el que estuvo dede el 2006 hasta el 2010. Antes de llegar a la Fiorentina en 2011, tuvo una breve etapa en el Olympiakos griego.