Cuando la defensa se convierte en cabeza de turco

El pasado sábado, la racha de imbatibilidad del Real Betis tocaba a su fin como consecuencia de la contundente victoria del Leganés por 1 a 3 en el feudo bético. Tras varios meses en los que el nivel de la defensa bética cumplía las expectativas marcadas por los aficionados, los tres goles cosechados ante los hombres de Garitano vuelven sembrar las dudas en torno a la figura de hombres como Figueras, Bruno o Molinero.

Entre la 15ª, la siguiente al despido de Julio Velázquez, y la 29ª jornada, los números del Betis han sido cuanto menos envidiables. 10 victorias y cinco empates acabaron con los de La Palmera en lo más alto de la tabla, una privilegiada posición que no ocupaba desde que echase a andar la temporada. Así, el conjunto verdiblanco presentó unas cifras que, si bien eran mérito del equipo en conjunto, gran culpa de ellas recaía en la defensa. Desde la marcha del salmantino y hasta la llegada del Leganés al Benito Villamarín, el equipo había recibido únicamente cinco goles repartidos en 15 partidos. No obstante, el cuadro de Butarque dio un auténtico lavado de cara a los hombres de Pepe Mel, a los que les endosó tres goles en alrededor de tan solo media hora, sacando a la luz todas las posibles carencias de la zaga hispalense.
Instantes previos al partido ante el Leganés, todo era felicidad. El Betis venía de ofrecer su mejor nivel a lo largo de toda la temporada, con sendas victorias ante el Real Valladolid (4-0) y Las Palmas (0-3). Pero la alegría duró poco más de 15 segundos, lo que tardaron los verdiblancos en acercarse a la portería defendida por Serrantes. A partir de ahí, el Betis no causó prácticamente peligro hasta el gol de Molina, que llegaría en el 73 de partido. Entre tanto, un Leganés que se había quedado con uno menos ponía tierra de por medio en el marcador y se distanciaba hasta en tres goles de ventaja.
La debacle que ha podido suponer la derrota ante el conjunto madrileño vuelve a abrir ese debate que nunca acaba en el Betis. El nivel mostrado por la defensa el pasado sábado vuelve a sembrar las dudas en cuanto a si la zaga tiene un nivel óptimo como para jugar en la máxima categoría la próxima temporada. No obstante, una afición que mostró su descontento con la actitud de sus jugadores, no dudo en brindar su apoyo a un Antonio Adán que volvió, una vez más, a ser de lo más destacado del equipo. Asimismo, el arquero madrileño, enfrascado una bonita comunión con los aficionados béticos, no dudo en corresponder los aplausos con gestos de agradecimiento y cariño hacia los mismos. 
Y es que es la tercera vez que el Betis encaja tres o más goles en lo que va de temporada, y cuatro si tenemos en cuenta el envite de ida copero que enfrentó a los heliopolitanos con el Almería. Si la cantidad de goles recibida es dolorosa ya de por sí, más lo es la forma en la que el Betis ha dejado escapar esos partidos. Así, Ponferradina y Osasuna también impusieron un severo castigo a los verdiblancos. Los castellano-leoneses dieron la vuelta al 0-1 inicial tras el comienzo de la segunda parte, y acabaron venciendo ni más ni menos que 4-1. Algo similar ocurrió en Pamplona. El Betis vencía 2-0 al descanso, pero una nefasta segunda mitad del cuadro heliopolitano propició que los tres puntos se quedaran en El Sadar.
En cuanto al Almería, se impuso por la mínima en el Villamarín (3-4). No obstante, lo apretado del resultado no significa que el nivel mostrado por el Betis fuese digno de pasar la eliminatoria, cosa que no sucedió. Los almerienses se pusieron 0-4 a la hora de juego, y pese a que los hispalenses se levantaron, la imagen ofrecida durante el primer lapso de choque no estuvo a la altura de lo que debe ofrecer el Betis.