Cien millones, dos fichajes de relumbrón y Liga de Campeones

Luis Oliver tiene un plan claro y preciso dibujado en su cabeza en cuanto recupere el club, si lo recupera claro. Es un proyecto a cinco años, ambicioso, agresivo y con un Betis peleando por jugar la Liga de Campeones. Oliver asegura estar preparado para entrar en el club y poner en marcha su plan en cuanto se levanten las medidas cautelares. Incluso si fuera mañana. “Cuanto antes, mejor”, afirma.

Su proyecto pasa por un nuevo consejo de administración, con un presidente bético, querido y respetado por el beticismo. Ya tiene nombre y apellidos, pero prefiere no desvelarlo. En el consejo no estará Oliver, aunque no lo inhabilitaran, posibilidad que ni siquiera contemplan ellos mismos. Habría, por supuesto, hombres de Bitton Sport, pasando por la opción, quizás, del propio hijo de Oliver, y se daría entrada a otras facciones del beticismo, caso de PNB o Manolo Castaño. “Hizo un buen trabajo en la cantera del Betis”, afirma el empresario.
¿Qué papel jugaría Oliver en esta nueva estructura? Su idea es centrarse en lo que más domina y mejor mano ha demostrado. Es decir, sería una especie de asesor deportivo de la entidad. La cabeza visible de Bitton Sport se suelta la lengua cuando habla de fútbol. Es lo que más le gusta y donde más cómodo se siente. “Lo que debe saber el beticismo es que Bitton hará un equipo que ilusione con dos fichajes que ya tengo en cartera que generarían mucha expectación, los dos delanteros. Son dos jugadores que los béticos tendrán que tocarse la carita para creérselo”, asegura.
Su estructura de plantilla pasa por tener a ocho canteranos y diez buenos jugadores que den estabilidad al proyecto. Es más, defiende que esa era su idea cuando aterrizó en el Betis hace cinco años. “Ahora mismo estaría terminando aquel ciclo que empezamos, con gente de la cantera como Adrián, Cañas o Beñat y fichajes nuestros como Dorado, Jorge Molina y Rubén Castro”, sentencia.
El objetivo es pelear por la Champions y recuperar a una afición que a su entender está decepcionada y desilusionada por la marcha del equipo en los últimos años. “Sólo hay que darse una vuelta por la calle para darse cuenta de que se están perdiendo béticos, y eso no puede ser. El Betis es un grande y tiene que estar arriba. El Betis es capaz de generar por sí mismo cien millones de euros cada temporada, es decir, el doble de lo que está haciendo hasta la fecha”, afirma Oliver, a quien Joaquín Zulategui, socio también de Bitton, apostilla: “en qué cabeza cabe que el Betis lleve la camiseta sin publicidad”.
Oliver es consciente de que regreso al Betis no sería nada sencillo desde el punto de vista social, pero no es un tema que le preocupe. “A mí me han llamado de todo, he recibido todo tipo de insultos, pero el fútbol son resultados y no tiene memoria. Sé que si hacemos el proyecto que tengo pensado y conseguimos ganar, ganar y ganar, al final el campo me acabará aclamando. Aún recuerdo mi último partido en el palco contra el Córdoba, ganamos 4-1 y el público acabó el partido de pie aplaudiendo y vuelto hacia el palco donde yo estaba. La gente quiere ganar”, asegura.
En este sentido, Oliver aclara que no ha notado en la calle el rechazo que se palpa en el entorno del club hacia su persona. Es más, está convencido de que tiene muchos más apoyos de lo que piensa la gente. “Yo vengo mucho a Sevilla y he venido los tres últimos años a la Feria, que ya sabemos que alguno va con una copa, y en todo este tiempo sólo dos personas me han insultado y han sido muchísimos los que me han alabado”, sentencia. Sabe que sus primeros días en el Betis nunca serían sencillos, por este motivo, hace una especie de proclama final: "pido cien días de paz".