Cuando a Rubén se le junta el hambre con las ganas de comer...
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Rubén Castro no está bien. No descubrimos América si empezamos esta historia con esa frase. El delantero canario ha bajado su rendimiento en los últimos partidos. Marcó frente al Numancia, pero estuvo flojo ante la Ponferradina y desaparecido contra el Albacete. Si Rubén baja, el Betis baja. La ‘Rubendependencia’ es más que evidente y se sustenta en unos datos casi sobrenaturales: el máximo goleador de la historia verdiblanca ha marcado en nueve de los trece partidos que ha ganado el equipo esta temporada y se ha quedado en blanco en nueve de los doce que ha empatado o perdido. Blanco y en botella.
No obstante, el objetivo de esta historia es tratar de desenmascarar a qué se debe el repentino bajón del futbolista insular. Se habla y mucho de su problema judicial y, más concretamente, de la petición de dos años de cárcel que hizo la Fiscalía hace apenas dos semanas. Hay que ser muy cenutrio para negar esta realidad. A cualquiera le afectaría que le nombraran la cárcel, aunque fuera de pasada, y Rubén Castro no iba a ser una excepción. No obstante, la carrera deportiva del goleador bético dice que está época del año es siempre su peor momento en cuanto a rendimiento, sobre todo en Segunda. Es decir, se junta el hambre con las ganas de comer.
Rubén Castro ha estado cuatro años en Segunda división y, sin duda, el peor momento de cada temporada es el inicio del año, es decir, la cuesta de enero, y más concretamente, entre las jornadas 21 y 27. La única vez que ha estado siete jornadas consecutivas sin marcar en Segunda fue, precisamente, entre la fecha 21 y 27 de la temporada 2010/11, la campaña del último ascenso del Betis a Primera. En el Rayo, en la 2009/10, apenas metió un gol en este periodo y el año anterior en el Huesca, en esta misma secuencia de partidos, sólo metió dos. Este año, de momento, y cuando quedan sólo dos partidos para completar esta particular larga cuesta de enero de Rubén Castro, sólo lleva uno.
Es decir, si unimos sus problemas con la justicia con esta época en la que siempre baja su rendimiento el canario y con que el equipo no termina de carburar encontramos alguna explicación de este mal momento que atraviesa Rubén. Eso sí, si el equipo estuviera ganando y convenciendo nadie se acordaría del histórico goleador verdiblanco, pero claro, las dependencias son lo que tienen.