Chuli: historia de un fiasco

El Betis y el Leganés han confirmado hoy la cesión de Chuli al club madrileño sin opción a compra. Han pasado exactamente 567 días desde que Manuel Jesús Vázquez Florido firmó por el Betis, procedente del Recreativo de Huelva, para reforzar a un equipo verdiblanco que afrontaba una ilusionante campaña con competición europea incluida. Su fichaje, a día de hoy, se puede calificar de fiasco absoluto. Por unas cosas o por otras el paso de Chuli por el Betis, hasta ahora ha sido bastante más que discreto.

Sus números lo dicen todo. En temporada y media en Heliópolis ha jugado un total de 1.114 minutos, es decir, la media sale a menos de dos minutos por día de contrato en el Betis. Su participación ha sido muy escasa. Apenas 26 partidos, distribuidos en once de Primera División, ocho de Europa League, tres de Segunda y cuatro de Copa del Rey. Sólo ha marcado un tanto, eso sí, importante, en Europa, frente al Vitoria de Guimaraes. Un gol que resultó clave para que el Betis superara la fase de grupos de la competición.
La relación de Chuli con el Betis ha sido hasta el momento más tormentosa que otra cosa. Primero le costó encontrar un hueco en el equipo. Mel lo probó en los inicios tanto en la banda como en el frente del ataque, pero en ninguna posición logró destacar.
Su mala deriva en el equipo verdiblanco finalizó con su ya famoso gesto frente al Almería en la Copa del Rey, llevándose la mano a sus partes cuando abandonaba el césped para ser sustituido. Ese fue su último partido con el Betis y, desde entonces, prácticamente no ha entrenado. Un triste final a esta primera etapa como verdiblanco.
En cualquier caso, ahora tiene la oportunidad de volver a crecer como futbolista en el Leganés. En verano tendrá que volver al Betis para cumplir los dos años más que tiene de contrato y quién sabe si entonces podremos ver la eclosión de este jugador que vino del Recreativo de Huelva con un gran cartel a sus espaldas.