El 2014, un año para olvidar en la historia del Betis

Un año para olvidar en casi todos los sentidos. Así podría titularse el resumen del Betis de este año 2014 que llega en breve a su fin. Una temporada nefasta en el ámbito deportivo, pues desembocó en el descenso de la entidad a Segunda división. Y también en el institucional, con cambios en la administración judicial, en la presidencia, en el banquillo.. Todo ello, permitido por una juez Alaya que ha tardado más de cuatro años en afrontar el 'caso Betis'. En total, dos administradores concursales, cuatro entrenadores, tres directores deportivos, y tres presidentes en apenas 365 días dejan patente por sí solo el problema institucional del club. Pese a ello, se vislumbra luz al final del túnel. El último consejo, liderado por Juan Carlos Ollero, la buena racha de Juan Merino al frente del primer plantel, y la vuelta de Pepe Mel parecen haber asentado unas bases algo más sólidas.

Enero
El año comenzaba de forma convulsa. Con Pepe Mel recién destituido a comienzos de diciembre, y con Juan Carlos Garrido al frente del primer equipo, comenzó la debacle verdiblanca. El Betis encaraba el comienzo de año en la posición de colista, con 10 puntos de 51 posibles. La destitución de Mel el 2 de diciembre generó una división de opiniones sesgada en el consejo presidido por Miguel Guillén, aunque dirigido por Bosch Valero, el administrador judicial del club. Un Bosch Valero que comenzaba a atribuirse funciones por encima de las que les correspondían, y que terminó perjudicando a la entidad. Justo antes de finalizar el año 2013, el club bético despedía a Vlada Stosic por la mala conformación del plantel, y unas semanas después, concretamente, el 7 de enero, Bosch Valero era obligado a dimitir como consejero, por realizar negocios entre su empresa 'Gesalus' y el club. Apenas semana y media después, la juez Alaya prescindía de sus servicios, y entregaba la administración de las acciones de Farusa a Francisco Estepa, abogado cordobés que continúa aún al frente de la nave bética. En lo deportivo, la situación era bastante pareja. El nuevo técnico del Betis dirigió al equipo en cinco jornadas en liga, sumando un punto de 15 posibles, y recibiendo cinco goles de la Real Sociedad y del Real Madrid. En Copa del Rey, eliminaba al Lleida por 4 a 3 en dieciseisavos, pero caía frente al Athletic en octavos de final. El día 19 de enero, el Betis destituía a Garrido, y le entregaba el mando del equipo a Gabriel Umberto Calderón, que tampoco corrió con mejor suerte.
Para colmo, la polémica seguía rodeando a Garrido. Tras prescindir de los servicios de Stosic, fue el técnico valenciano junto a su segundo entrenador, Sergio Fernández, quienes se encargaron de acometer los fichajes de invierno. Llegarían Antonio Adán, Alfred N'Diaye y Leo Baptistao. Precisamente con este último surgió la polémica, pues por una cesión el conjunto bético desembolsó 2,3 millones de euros, y de ellos, más de 400.000 euros fueron para comisiones a terceros (el padre del jugador, los representantes de Garrido o un intermediario del Atlético de Madrid). El mes finalizó con el entrenador y con su equipo de trabajo fuera del Betis.
Febrero
Gabriel Umberto Calderón tampoco supo sacar partido a la plantilla, pero sí que es cierto que mejoró la mentalidad de los futbolistas. En este mes, tan sólo sumó tres puntos en liga, recibiendo cinco goles del Valencia en uno de los choques, pero es cierto que los béticos eliminaron al Rubin Kazan en treintadosavos de final de la Liga Europa.
Marzo El mes de marzo volvía a ser relevante para el Betis. En liga los resultados fueron menos negativos, sumando 8 puntos de 18 posibles, pero tanto en lo deportivo como en lo institucional comenzó a incrementarse la decadencia bética. Sobre todo, en lo anímico. Los de Calderón se medían al Sevilla FC en octavos de final de la Liga Europa. Pese a lograr una renta de 2 a 0 en el Sánchez Pizjuán, el fatídico 20 de marzo dejaría muy tocados a los béticos. El Sevilla conseguía empatar la eliminatoria con goles de Reyes y de Bacca, y en los penaltis apearían al Betis de la competición. El último lanzamiento, errado por Nono, perjudicó psicológicamente al equipo para el resto de temporada.
En lo institucional, se celebró a finales del mes una junta general extraordinaria de accionistas, que finalizaba con la dimisión de Miguel Guillén como presidente. Además, el resto del consejo, a excepción de Pablo Gómez Falcón, siguió en su puesto a petición de Estepa. Se incorporaron al mismo el propio administrador judicial (pese a negarlo en un inicio), más Tomás Solano y Diego García León. Finalmente, fue Manuel Domínguez Platas quien ascendería a la presidencia, y Fernando Casas ocuparía el puesto de vicepresidente.
Abril
En abril, ya únicamente centrados en la liga (al quedar apeados de la Copa y de la Liga Europa), el Betis de Calderón perdería todos los partidos que disputó. Un bagaje de 0 puntos de 12 posibles. Una de las cuatro derrotas fue contra el Sevilla en el Benito Villamarín el Domingo de Ramos, que finalizaría con 0 a 2 y con el estadio prácticamente vacío y decepcionado con su equipo. Precisamente en el último enfrentamiento del mes, frente a la Real Sociedad, se consumaría el descenso. La derrota por 0 a 1 dejaba al Betis con 22 puntos en 35 jornadas, a 13 puntos de la salvación a falta de tres partidos. Se consumaba el descenso y Domínguez Platas se veía obligado a dar una rueda de prensa extraordinaria para pedir perdón. El beticismo se concentraba en las puertas de cristales para pedir la dimisión de la directiva y de Gordillo.
Mayo
El mes de mayo no hizo más que confirmar la debacle bética. Gabriel Calderón finalizaba su contrato con el conjunto verdiblanco tras no lograr la salvación de la categoría. El Betis clausuraba la temporada con 25 puntos tras 38 jornadas, firmando una de las peores temporadas de su historia. La crisis institucional y deportiva era total, y los del Villamarín descendían a la división de plata por decimoprimera vez en su historia, siendo junto al Murcia y al Málaga quienes comparten este triste récord. Tras estar desde enero sin un director deportivo en funciones, el conjunto verdiblanco comenzaba a hacer movimientos. El 13 de mayo firmaría a Alexis Trujillo para ocupar la posición de secretario técnico, a la espera de que Serra Ferrer ocupase la dirección deportiva. Sin embargo, la imposibilidad de este de desprenderse de sus acciones en el Mallorca hicieron imposible su contratación. Por su parte, el banquillo estaría sin inquilino hasta mediados de junio.
En el plano accionarial, el empresario José Miguel López Catalán adquiriría las acciones de Rufino González, convirtiéndose en el tercer mayor accionista de forma individual. En el mes de julio accedería al consejo.
Junio
Sería en junio cuando el Betis firmase al nuevo entrenador encargado de ascender al equipo a Primera división. El elegido fue Julio Velázquez, entrenador salmantino de 32 años que había cuajado una gran temporada con el modesto Real Murcia en Segunda. Sin embargo, el joven entrenador no consiguió hacerse con los mandos del plantel.
Julio
El Betis volvía a los entrenamientos con algunas caras nuevas, y con la única meta de recuperar la categoría. Hasta 11 incorporaciones llegaron a lo largo de verano al club verdiblanco (8 fichajes, y tres cedidos que regresaban). En total, fueron Molinero, Dani Giménez, Pacheco, Piccini, N'Diaye, Casado, Bruno, Rennella, Álex Martínez, Sergio Rodríguez, Álvaro Cejudo y Kadir las incorporaciones.
Pero la pretemporada comenzaba con noticias negativas, pues Álvaro Vadillo, que estaba mostrando su mejor actitud en los entrenamientos, volvía a lesionarse de gravedad en un amistoso contra el Marbella a finales de mes, y se perderá más de la mitad del campeonato. El Betis de Velázquez realizó en julio su primera concentración de pretemporada, en San Pedro de Pinatar, midiéndose a rivales como el Brighton, el Cartagena, o el Elche.
Agosto
A la espera de la llegada de Serra Ferrer, que no terminaba de concretarse, el Betis de Velázquez continuaba reformándose y dejando buenas sensaciones. La segunda concentración veraniega, esta vez en Inglaterra, enfrentó a los béticos con el Motherwell, frente al Stoke City y contra el Sunderland de N'Diaye (terminaría fichando por el club). Otro de los objetivos de Alexis era Joaquín, que comenzaba a lanzar mensajes desde Italia para facilitar una vuelta. Sin embargo, la única vuelta del portuense al Villamarín fue el 11 de agosto, pues la Fiorentina fue el equipo invitado por el Betis para el partido de la presentación de la temporada. Cristiano Piccini, actual lateral bético, militaba por aquel momento en las filas florentinas.
La temporada comenzaba el domingo 24 de agosto frente al Sabadell en la Nova Creu Alta, y el conjunto de Velázquez comenzaba venciendo por a 2 a 3, aunque encajó dos goles en los últimos minutos que disminuyeron las buenas sensaciones.
Septiembre
El mes de septiembre volvía a ser convulso para el Betis. En lo deportivo, tras vencer al Numancia en el Villamarín, llegaban los dos primeros varapalos para Velázquez. Para empezar, caía en Ponferrada por 4 a 1 tras marcharse ganando al descanso. Y apenas una semana después, el Albacete asaltaba el Villamarín. Comenzaban a sembrase las primeras dudas sobre el entrenador salmantino. Sin embargo, dos victorias frente a Girona y Mirandés, con sendos dobletes del ya por entonces 'pichichi' de la categoría Rubén Castro, calmaban los ánimos.
También habría cambios en la dirección deportiva. Una vez desistidos en la llegada de Serra, la directiva verdiblanca decidía que Alexis ascendiese al puesto de director deportivo, y se firmaba al 'Chuti' Molina, hombre de cofianza de Julio Velázquez en el Murcia, para ser el secretario técnico. Pese a no tener el título, Alexis se preparaba en la RFEF para ejercer como tal.
Octubre
En octubre continuaron las dudas deportivas sobre el Betis, e incluso se produjo un acontecimiento que alteró la calma en el club. Unas declaraciones de Antonio Adán (que comenzó en baja forma la temporada) en contra del preparador de porteros Kike Burgos, desembocaron en la destitución de éste. Velázquez quiso mediar en el asunto, pero al verlo imposible, decidió dar la razón al guardameta. En lo deportivo, el conjunto verdiblanco finalizaba el mes fuera de puestos incluso de promoción de ascenso, siendo séptimo.
Noviembre
Un mes después, en noviembre, se sucedieron una serie de acontecimientos que pueden cambiar el devenir del Betis a corto-medio plazo. Para empezar, la directiva decidió destituir a Julio Velázquez tras caer en casa estrepitosamente con el Alavés, y situarse sexto en la clasificación, excesivamente lejos de los puestos de ascenso directo (8 puntos). Con la junta general de accionistas planificada para el 9 de diciembre, los acontecimientos se aceleran viendo el caos deportivo verdiblanco. Tras una larga reunión para prescindir del entrenador, el 24 de noviembre, sorprendentemente ocurre un acto inesperado. El presidente Manuel Domíguez Platas presenta su dimisión irrevocable. Por tanto, un día después, en un consejo de administración inusual, se produce el cambio en la directiva. Juan Carlos Ollero accedería al cargo de presidente, y José Montoro al de vicepresidente. Entrarían a su vez nuevos consejeros, como Ernesto Sanguino, Ángel Haro o José María Pagola. En cuanto al entrenador, Velázquez sería despedido, y de forma provisional, Juan Merino tomaría las riendas del plantel. Pese a caer eliminado de la copa a manos del Almería, el conjunto de Merino logró una cifra inmejorable en liga (cuatro partidos ganados de cuatro disputados, dejando además la portería a cero). Precisamente, en el primer choque copero, Rubén Castro batiría a Manuel Domínguez al anotar su tanto número 95, convirtiéndose así en el máximo goleador de la historia del club.
Diciembre
Finaliza un año para olvidar en el Betis. Se celebra la junta de accionistas el 9 de diciembre, y ahí se ratifica al nuevo consejo. Además, entran a formar parte del consejo tres nuevos hombres: José Moreno Romero, Pedro García Luna y Adrián Fernández Romero.
En lo deportivo, Juan Merino firmaría la mejor racha de resultados del Betis desde la 2009-2010 con Víctor Fernández, pero pese a ello, la directiva decide apostar por Pepe Mel para dirigir al equipo.
Un año convulso y de caos deportivo e institucional que llega a su fin. Con tres presidentes diferentes, cuatro entrenadores, tres directores deportivos, y más de 30 futbolistas diferentes. Mientras tanto, la juez Mercedes Alaya dio en octubre por concluida la instrucción del caso 'Lopera', por lo que ahora es turno de la Audiencia para decidir sobre el futuro de la entidad bética. Una entidad que busca estabilidad, y que espera que el 2015 sea bastante más próspero que el año que llega a su fin.