Cuestión de imagen

Buen comienzo de Liga el del Betis. Lo es. Ha jugado tres partidos y ha ganado dos, suma seis puntos y es séptimo en la clasificación con un partido menos. A esta aseveración se le pueden añadir todos los matices del mundo, pero ninguno que la rebata.
 

El conjunto de Pepe Mel ha hecho hasta ahora, precisamente, lo que se le exige a un buen equipo. Se le pide ganar cuando juega bien, pero también que lo haga mientras no lo hace. Fundamento básico en el fútbol. Y el Betis lo está haciendo, está ganando a domicilio y ha transitado por su inicio de campeonato con más puntos que imagen, es decir, con más realidades que sensaciones.
 
Pero no por todo ello, en todo caso, es oportuno relegar los matices a insignificancias futbolísticas. El Betis, por ahora, no ha encontrado su patrón de juego. Ni Mel ha encontrado su once. Jugó de una forma en San Mamés, de otra forma muy distinta ante el Rayo y ofreció un tercer perfil en Valladolid. Vertical y presionante primero, medroso y timorato segundo, seguro y, por qué no, algo afortunado el tercero. Pero el técnico verdiblanco debe encontrar un punto medio entre todas esas variaciones que despliega su propio equipo. Mel debe encontrar la forma de juego en la que los suyos se encuentren más cómodos, y quizás esa búsqueda deba empezar por el convencimiento.
Por el convencimiento de una forma de juego. O con extremos o con un mediocampo poblado. Claro que un equipo debe ser flexible, pero debe tener claro cuál es su plan A o su plan B. O presionante arriba o armado atrás y a la espera. En cualquier caso, tener una buena defensa, segura, como la de Valladolid, sirve de forma inmejorable como visagra de versatilidad en los sistemas. Si hay una zaga seria, como la de Nelson, Paulao y Mario, con Nacho algo por debajo en el nivel, todo sistema, todo partido, puede hacerse nuevo, como ocurrió en Valladolid.
En eso sí ha mejorado el Betis, o parece haberlo hecho, desde el inicio de la temporada. Si Mario continúa rindiendo Mel ha encontrado una pareja de centrales de garantía, en la que le costaría entrar incluso a Perquis, que ya entra en la convocatoria, y no digamos a Dorado, que se ha caído de la lista.
Decíamos que una buena defensa puede hacer bueno cualquier sistema, y la misma afirmación, elevada al cubo, basta para definir a Rubén Castro. Olvídense del nombre, conocido ya, de su edad, de su trayectoria, y visualicen a un futbolista resolutivo, de los que dan puntos de verdad, de los que aparecen en las duras y en las maduras. Ese es Castro. En el Betis se ha convertido en un delantero de categoría, mucha categoría. Tanta que es capaz de resolver partidos por sí mismos, sin que el equipo le acompañe en juego. De mucha categoría.
Por eso, si el Betis, con una buena defensa y una buena delantera, es acompañado con buena diligencia y buenas decisiones desde el banquillo, si encuentra un patrón de juego adecuado, si se convence de cómo jugarle a los rivales, se convertirá, sin duda, en un equipo mejor aún que el de la temporada pasada. Pero debe convencerse, y cuanto antes. Si es así, los gafes y las malas rachas ante el Español se quedarán en meras líneas periodísticas.
Alineaciones probables: 

Real Betis: Casto; Nelson, Paulao, Mario, Nacho; Agra, Rubén Pérez, Beñat, Juan Carlos; Rubén Castro y Jorge Molina.
Suplentes: Fabricio; Perquis, Álex Martínez, Nosa, Nono, Pozuelo y Pereira. 

RCD Español: Christian Álvarez; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Capdevila; Víctor Sánchez, Tejera; Rui Fonte, Verdú, Wakaso; Stuani.
Suplentes: Casilla; Galán, Víctor Álvarez, C. Gómez, Christian, Fran Miranda, Simao.