Insuficiente

El RCD Espanyol no pasó del empate contra el Getafe CF, en el RCDE Stadium (1-1), pese a reaccionar al gol a los tres minutos de Jaime Mata con una diana de Wu Lei justo antes del descanso, un resultado que no se movió en la reanudación pese a la insistencia del conjunto catalán.

Era un partido clave para el anfitrión, penúltimo en tabla. Casi una final. Durante la semana, el vestuario había insistido en la relevancia de ganar en casa. Pero el guión fue cruel con los barceloneses: Mata marcó a los tres minutos. El delantero remató de cabeza un centro desde la banda y encarriló el encuentro.

El Espanyol intentó recomponer su orden y lo logró a partir del cuarto de hora. De todas formas, el único futbolista de Machín que parecía inquietar a la defensa del Getafe era Wu Lei. Los blanquiazules contaban con las bajas en ataque de Ferreyra y Calleri, sus habituales delanteros de referencia.

Los de Bordalás respondieron con equilibrio y serenidad y, de hecho, apostaron más por buscar el segundo tanto que por aguantar el luminoso. Finalmente, el premio fue para Wu Lei. El chino marcó en el minuto 45, culminando una acción de estrategia tras un saque de esquina. El empate al descanso daba otro aire al duelo.

En la reanudación, el Espanyol demostró que las urgencias eran suyas. La insistencia local seguía teniendo a Wu Lei como máximo representante, aunque más allá de una doble ocasión del asiático, el peligro blanquiazul era limitado. Machín decidió sentar a Víctor Sánchez y apostar por Vargas, por un perfil más ofensivo.

Por su parte, el Getafe no tenía excesivos problemas para controlar el resultado. Además, sus acercamientos llegaban con peligro. Jorge Molina inquietó al RCDE Stadium con un disparo a la base del poste derecho en el minuto 70. Dos minutos después, Diego López tuvo que intervenir para frenar otro latigazo del alicantino.

Las malas noticias se acumulaban para el Espanyol, ya que Vargas se lesionó a los cuatro minutos de haber pisado el césped. Granero entró en su lugar para dinamizar la circulación y el ataque local. Sin embargo, el hambre españolista se estrellaba contra el orden del conjunto azulón. Bordalás no quería correr riesgos.

En el 85, Wu Lei tuvo un mano a mano con Soria, anulado por fuera de juego. La última bala que disparó Machín fue la entrada de Kevin Soni, del filial, pero no surtió efecto.