Pedrosa es una moto y Puado pide más

Seremos sinceros: el partido del Espanyol en Carranza no fue brillante. El cuadro perico empezó perdiendo frente al Cádiz antes de que ni siquiera se hubiera dado cuenta de que había empezado el partido y pareció renunciar al empate en la segunda mitad. 'El 2-1 no es tan malo, con un 1-0 en la vuelta nos vale', debieron pensar.

El partido, como decíamos, empezó cuesta arriba: 26 segundos y gol del Cádiz. Pedrosa retrasa a Roberto, Roberto busca a Álex López en la frontal, Lekic le roba la cartera y bate al portero con facilidad. El propio Roberto miraba a Álex, al que le había dado una patata caliente en forma de balón. Álex miraba al portero sin saber demasiado bien por qué le había dado ese pase en una situación tan delicada. A partir de ahí, la cosa no podía más que mejorar para el Espanyol.

Y mejoró, claro. Piatti y Baptistao empezaron a aparecer entre líneas y Javi Puado las pedía arriba. El delantero tiene ficha con el primer equipo, pero Rubi apenas le ha dado diez minutos en toda la temporada, y fue en la primera jornada. Así pues, Puado tenía muchas cosas que decir, y las dijo. En los mejores minutos del Espanyol, Piatti asistió al canterano, que marcó uno de esos goles que están al alcance de muy pocos. Desmarque buscando el espacio entre los centrales, control en el área, recorte hacia dentro con caño incluido al central y mano a mano ante el portero. ¿Cómo definió? Como los cracks: picadita con la diestra por encima de David Gil y golazo.

El partido acabó como acabó, con el Espanyol negándose a más en la primera mitad a pesar de la entrada de Borja Iglesias, que sí parecía querer. Pero el otro gran protagonista de la tarde, también canterano, fue Pedrosa. El lateral apareció en la jugada del primer gol amarillo, aunque poca culpa tenía de mandarle el balón a Roberto, que debió despejar. Lo pasó algo mal en defensa, pero fue una bala en ataque. O una moto, como su apellido invita a relacionar. Con velocidad, desbordando con facilidad, llegando a línea de fondo. Y acercándose al gol en dos ocasiones. Sólo le faltaron algunos centímetros para coronar su gran partido.