Malaguista Nedovic: "Volveremos a Primera"

Málaga dejó huella en Nemanja Nedovic, que estuvo tres temporadas en el Unicaja Baloncesto pero que no vivió en una burbuja. Se le podía ver visitando distintos puntos de la provincia y degustar costumbre locales, más allá de dar exhibiciones en la pista. Y se hizo malaguista. "Málaga me cambió la vida", decía en su adiós.

Nedovic es hoy protagonista de una entrevista en La Gazzetta dello Sport. Juega en el Armani Milano (está ahora lesionado con un problemas muscular), pero el motivo es que juegan Juventus y Valencia en Turín. Ya se sabe que Nedovic es un fanático del equipo bianconero. Su infancia la pasó en Italia porque su padre jugaba allí al balonmano y se hizo radical del equipo bianconero, especialmente de Alessandro del Piero. Y jugó una temporada la ciudad del Turia.

Pero los sentimientos de Nedovic no son valencianistas. Al contrario, deja claro que en España es del Málaga. "Mi equipo español es el Málaga. En Valencia sólo estuve un año y apenas fui una vez al estadio. Al Málaga sí lo seguí, incluso en el estadio, y con el tiempo se convirtió en mi segundo club del corazón. Por ahora está en la Segunda División, pero volveremos a Primera", decía sin vacilar Nedovic, que confía en el equipo de Muñiz.

También se refirió Nedovic a un lance futbolero con la camiseta del Unicaja, cuando le dedicó una canasta a Diego Vázquez, preparador físico cajista, en una victoria en Tel Aviv con el gesto con el que Dybala celebra los goles. "Fue una broma con Diego Vázquez, el preparador físico del Unicaja, que es un gran aficionado del Real Madrid. Decía que el Madrid es mejor, yo respondía que la Juve era mejor. Después de la canasta decisiva en un partido con el Maccabi, hice el gesto de la máscara Dybala mirando a Diego", bromeaba Nedovic.

Recordaba también el crack serbio cómo vivió la eliminatoria de este año, en la que la Juve estuvo a punto de remontar en el Bernabéu un 0-3 adverso: "Durante la vuelta en el Bernabéu, estaba jugando un partido. Diego Vázquez me dijo después del partido en el banquillo: 'Estáis ganando 3-0. Lo juro, ganáis 3-0 '. Llegué al vestuario y descubrí que era verdad. Esperaba ver la prórroga, pero el árbitro inmediatamente pitó un penalti inexistente y fue un golpe al corazón", rememoraba Nedovic, que sigue teniendo a Málaga en la mente.