El Málaga vuelve a las andadas en la fiesta del Betis

Venció el Betis al Málaga y confirmó su presencia en Europa cinco años después. La fiesta finalmente fue completa para los verdiblancos que refrendan una grandísima temporada e inciden en la herida de un Málaga que se hunde un poco más si cabe, si es eso posible al hablar del colista. Logró el triunfo que necesitaba el conjunto verdiblanco ante un Málaga que sigue mostrando algunas cosas buenas, una vez descendido, como males crónicos que le condenan por enésima vez en un duelo donde pudo sacar algo más. Echó por tierra una nueva ventaja en el marcador con otro error garrafal y cierta permisividad atrás. 
Ver enfrente a un equipo alegre, con canteranos y algún que otro malagueño disfrutando de las mieles del éxito no hace más que echar sal en la grandísima herida blanquiazul. Es repetir lo dicho durante toda la semana previa, pero el Betis se ha convertido en un auténtico ejemplo a imitar. Y es posible, que no haya sido el mejor de los encuentros protagonizados por los de Quique Setién.
En cuanto al Málaga, era posiblemente miedo, nervios, bloqueo. Vaya usted a saber. Lo cierto es que el equipo ofreció un buen partido, al menos durante gran parte del mismo. Son los errores garrafales los que siguen incidiendo en la pésima situación del equipo. Ha mejorado desde que se confirmó su descenso a Segunda, aunque ya esto no consuele a nadie. A buenas horas pensarán los malaguistas, pero es la pura realidad y ante el Betis volvió a verse a un equipo más compacto, con cierta idea de qué hacer ante la meta rival y, sobre todo, algo más acertado entre los tres palos. Logró romper la racha de seis partidos sin recibir el gol del rival.
Son evidentes las causas por las cuales el equipo blanquiazul tendrá que penar, al menos un año, en el infierno de Segunda, pero los mismos que han consumado el estrepitoso fracaso ofrecen a ramalazos algún hilo de esperanza. No todos claro, porque la temporada de Rosales sigue siendo para analizarla. Otro error garrafal del lateral venezolano acabó con la ventaja en el marcador de los suyos.
En-Nesyri, que se desenvolvió especialmente bien entre líneas, adelantaba al Málaga con una sensacional galopada a mejor pase de Success. El internacional marroquí no falló ante el debutante Pedro al que batía de soberbio zurdazo (20'). Pero como viene siendo tónica habitual esta campaña, la alegría duró lo justo. Cinco minutos después, Durmisi sacaba tajada de la caraja de Rosales para empatar el choque.
Sabiendo lo que se jugaba y el bajo rendimiento ofrecido por el Betis en la primera mitad, Setién movió el árbol y logró cambiar el sino del partido. La entrada de Loren y Fabián, apenas veinteañeros, permitió la vuelta al electrónico. El malagueño haciendo una labor incansable en la medular, mientras que el sevillano ofreciendo otro de esos chispazos ya habituales. Marcó desde fuera del área ante la imposible estirada de Roberto, al que apenas le tiraron entre los tres palos.
Es triste pensar, y el verde no engaña, que mientras el rival de turno foguea a jóvenes valores y logra objetivos continentales, el Málaga de Josó González se empeña en mantener jugadores cedidos o que parecen tener muy claro su futuro lejos de la Costa del Sol. Se hace muy necesario, para todos, que este curso acabe ya.