Choque de maldiciones
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"Hay que ir a por el partido hasta la muerte", decía Vasiljevic en la comparecencia previa al Osasuna-Málaga de este viernes. No le falta razón al técnico serbio, pues Osasuna es colista con sólo nueve puntos y ve como poco a poco se agotan las opciones de luchar por la permanencia, pero enfrente estará un Málaga también muy necesitado tras seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Dos equipos en horas bajas que tratarán de acabar con sendas rachas negativas en El Sadar.
Osasuna sólo ha ganado un partido en Liga en su regreso a Primera División y todavía no ha estrenado el casillero de victorias en casa (siete derrotas y dos empates), por lo que ven el choque ante el Málaga como la gran oportunidad de dar la primera gran alegría de la temporada a su gente.
Por su parte, el conjunto blanquiazul llega a esta jornada 20 sin haber logrado ningún triunfo a domicilio (seis derrotas y cuatro empates), ni con Juande Ramos ni con el Gato Romero. La última victoria del Málaga fuera de casa fue el 19 de marzo de 2016 en el Villamarín ante el Betis, un dato que explica en gran medida la decepcionante primera vuelta liguera, ya que los registros en La Rosaleda son bastante positivos.
El Sadar será el escenario este viernes de un partido a cara de perro, un duelo entre dos equipos necesitados de puntos y victorias para hacer borrón y cuenta nueva y acabar así con sus respectivas maldiciones.