El control del Sporting no tuvo premio frente a un rocoso Espanyol

El RCD Espanyol secó la pólvora del Real Sporting en un partido en el que el cuadro perico impuso su orden defensivo y apenas hubo disparos a puerta. Ambos conjuntos suman un punto insuficiente para sus objetivos: el ascenso directo en el caso de los catalanes y el play off en el de los asturianos.

Los de Miguel Ángel Ramírez ofrecieron una imagen mucho mejor que en sus dos últimos compromisos. Los cinco cambios que introdujo el técnico canario le dieron algo más de solidez defensiva. A partir de ahí el Sporting se hizo con el dominio del esférico e intentó derribar la muralla que edificó Manolo González. Y es que los atacantes rojiblancos como Juan Otero o Hassan no tuvieron espacios para correr.

En las postrimerías de la primera mitad Gaspar Campos recuperó un balón en la frontal del área y habilitó a Mario González. El delantero de Villarcayo mandó el balón al fondo de las mallas, pero estaba en posición antirreglamentaria. Esta acción fue la única de verdadero peligro del partido.

Y es que en la segunda mitad el Espanyol se proyectó algo más en ataque, especialmente en los minutos finales. Pero los pocos remates de los que dispuso o fueron en posición antirreglamentaria o acabaron en las manos de Rubén Yáñez.

Mucho más clara fue la que tuvo Dani Queipo en el tiempo añadido. El canterano rojiblanco disparó muy desequilibrado después de que Roque Mesa se plantase dentro del área con una gran conducción tras robar el balón en el centro del campo.

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