Propósitos
Según la RAE, “ánimo o intención de hacer o no hacer algo”. También, “objetivo que se pretende conseguir”. En granota, engoblando a todo el levantinismo, está claro que el primero y principal es y debe ser seguir año tras año en LaLiga Santander. Evidente. Luego ya ponemos matices y se puede ir más al detalle. Cada uno tendrá el suyo particular. Y en estos días de principios de año todo suelen ser buenas intenciones. Llevar una vida más saludable, aprender un idioma, encontrar el amor… Todo es bonito e idílico. Pero, ojo, no hay que confundir propósito con deseo. Porque el deseo se tiene más como ensoñación y no depende tanto de ti. Y el propósito hay que ponerse las pilas para intentar alcanzarlo. Si no, agua. Por eso quizá antes de marcárselo hay que darse un baño de realidad y saber de dónde se parte para llegar a conseguirlo. Me da que cada verano el deseo de cualquier granota es salvarse sobrado y, por qué no, soñar con volver a jugar en Europa. Sí. Pero hay que ser conscientes y consecuentes de lo que somos y lo que hay. Y a partir de ahí, siempre lo más arriba posible. Firmamos.
Si yo fuera jugador del primer equipo del Levante UD, mi propósito sería esforzarme al máximo e intentar mejorar cada día. Luego saldrán o no las cosas. Pero el objetivo tiene que estar claro y definido. Si no lo cumplo, mal. Y más allá de los entrenamientos que solo los ven ellos, en los partidos doblar incluso ese esfuerzo. Por lógica. Y porque es donde están expuestos. Meses atrás, al menos como impresión, se han observado desconexiones impropias de jugadores de élite y con un propósito claro como debería ser el darlo todo por tu equipo y tus compañeros. Punto a mejorar.
Si yo fuera Paco López, el propósito sería alcanzar el objetivo que me marca el club y también ir subiendo el nivel de juego del equipo en todas sus facetas. Insisto que luego hay muchas variables que no controlas tu mismo, pero con eso tienes que ir a muerte cada mañana que te levantes. Seguro que el míster así se lo propone. Y eso es lo que tiene que cumplir, no el contentar a uno o a otro con sus onces. Reconozco que a mí me chocó el día de Villarreal no ver a Malsa o Morales de inicio. No tanto el cambio de sistema. Pero reflexiono hacia adentro y no me creo que un entrenador tome una decisión pensando que va a ser perjudicial para él. Si se equivoca o no o si la vida se hubiera desarrollado de otra manera pues difícil de saber. Si Dani Gómez no falla a puerta vacía o si la defensa no concede tanto y va y se gana qué hacemos. No todo es blanco o negro en cosas tan banales y aleatorias.
Si yo fuera el Big Data, pues habría que reforzar el equipo donde lo necesite. Faena de la buena. Pero difícil por el Fair Play y estas cosas modernas. Así que no esperaría yo mucho movimiento este enero. Que no esfuerzo. Que ese se debe hacer. Por intentarlo que no sea. Al final de eso se trata el propósito, de marcarme un objetivo y hacer todo lo posible por cumplirlo. Veremos.
Y si yo fuera el presidente seguiría igual en lo general que a la vista está que se va cumpliendo de sobra. Pero me propondría cuidar un poco más los pequeños detalles. A muchos quizá él solo no llegue pero para eso está rodeado de gente de su confianza para comandar la entidad. Poca cosa o mucha, depende. Sé de sobra que Quico es el primero que quiere que todo funcione a la perfección. No descuidarse.
Pues nada, ya le he puesto deberes a todos. ¡Espero que se cumplan! Ya puestos, voy a ver que se me ocurre para mí que con los de los demás aún no he tenido tiempo… ¡Feliz año a todos!
Víctor López
Periodista