El Levante se regala un puntazo el día de su cumpleaños

Gran empate del Levante UD en su visita al Santiago Bernabéu y en el día que cumplía 108 años. Los hombres de Muñiz se regalaron un puntazo ante el Real Madrid obtenido a base de sangre, sudor, lesiones y acierto en una de las pocas ocasiones de las que dispusieron en casa del vigente campeón. Partido muy serio del conjunto granota que sigue invicto demostrando que su hábitat natural es la Primera División. Ivi, en una jugada de picardía, adelantó al Levante en el minuto 12. El Madrdi  

Muñiz, ante el potencial ofensivo del Real Madrid, prefirió reforzar de inicio su centro del campo dando entrada a Róber Pier y dejando en el banquillo a un futbolista más ofensivo como Bardhi. El resto del once que debía plantarle cara a los blancos era el formado por Raúl, Iván López, Chema, Postigo, Toño, Campaña, Lerma, Jason, Ivi -el sustituto del sancionado Morales y segunda gran novedad en el once- y Álex Alegría.
Tan novedoso o más fue el once de Zidane, que jugó con el doble lateral Theo-Marcelo, y con la presencia de Llorente en el doble pivote y de Asensio en el ataque junto a Benzema y Lucas Vázquez. Era un once que daba pavor y que en el 3 dio el primer aviso serio a los granotas. El bloque de Muñiz, sin embargo, no se desmoronó y trató de seguir sacando la pelota con criterio.  

No fueron a pedir camisetas

Ivi, entrando por la izquierda y por el centro, fue el jugador más activo del Levante en el primer cuarto de hora. El Levante enseñaba los dientes, desde luego no iba al Bernabéu a pedir camisetas y en el minuto 12 abrió la lata. Un saque de banda de Iván López dejó el balón suelto en el área pequeña dónde el madrileño fue el más listo de la clase y, tras un par de toques, batió a Casilla. El Levante ganaba en el Bernabéu para sorpresa de todos aquellos que no conocen la bravura del conjunto de Muñiz. 
La respuesta del Madrid no se hizo esperar y, al minuto siguiente Róber Pier despejó el disparo de Asensio que llevaba marchamo de gol. El Madrid puso cerco al área granota, pero los de Muñiz se batieron con coraje y aguantaron. Al filo de la media hora Benzema, con un pinchazo, dejaba el campo y entraba en su lugar Bale.    

Llega el empate 

No cambió demasiado el panorama. El Madrid apretaba y el Levante se defendía como gato panza arriba, pero el acoso encontró su premio en el 35. En un saque de esquina Ramos -con posible falta en el salto- remató por encima de todos, Raúl la sacó abajo, pero el rebote fue aprovechado por Lucas Vázquez para conseguir el empate.
Aún tuvo un par de ocasiones más clarísimas el Madrid (gracias a Bale) para doblegar al Levante, pero el equipo granota no sólo no se amilanó, sino que procuró irse hacia adelante para salir de su área. Muñiz quería defender con balón, pero les duraba demasiado poco. Raúl Fernández, por fortuna, respondió bien ante las acometidas blancas (Bale solo y Kross desde lejos) y permitió que el equipo valenciano se marchara al descanso con un resultado positivo en el Bernabéu.

Tocaba apretar los dientes

Tras el paso por vestuarios, el panorama cambió poco. El Levante defendía, cada vez más atrás con el paso de los minutos, y el Madrid era el que buscaba con más insistencia romper la igualada. En el Levante todos defendía, empezando Álex Alegría, amonestado incomprensiblemente en el primer minuto de esta segunda mitad. Muñiz cambió a Alegría, cansado y desacertado, por el joven Boateng para buscar su velocidad y alguna contra, y sacó a Samu, que debutaba, por un Ivi, cansado por el esfuerzo durante la primera hora de partido.    
El Madrid apretaba, pero el Levante adelantó ligerísimamente sus líneas y no desaprovechó ninguna ocasión para robar y salir a la contra. Boateng peleaba todas las pelotas desesperando al Madrid y Samu se sacó un par de detalles de mucha calidad. 
Chema, con calambres, acabó renqueante los últimos diez minutos y sin sustituto porque Muñiz ya había realizado los dos cambios; mientras que Asensio volvía a probar los reflejos de un Raúl excelso; que en el 88 sacó un brazo prodigioso a Marcelo. El brasileño, cabreado tras la acción del meta, le pegó una patada desde el suelo a Lerma, otro de los mejores, y acabó expulsado. Aún habría tiempo para que Kroos estrellara el balón en el palo ya con el tiempo cumplido. No se movería el electrónico. El Levante, con un partido muy serio, se había hecho absolutamente acreedor de un puntazo en la visita al vigente campeón de Liga. Gran regalo en el 108 aniversario del club.     

 

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