Adiós Segunda, arranca el Levante de Primera

No pudo ser. El Levante UD lo quería todo, la triple corona, el hat trick: el ascenso a Primera División, el título de campeón y terminar invicto en el Ciutat de València. Pero, como suele suceder en la dramática última jornada de los campeonatos, las victorias se los llevan los más necesitados o al menos es una máxima que normalmente se cumple en el fútbol. Pero, con el gran Levante de Muñiz de por medio, cualquier cosa podía suceder. De hecho, se adelantaron los granotas por medio de Morales pero el empuje del Huesca, con un hombre menos en los de Orriols por la doble amarilla de Róber Pier, pudo con todo y primero Aguilera y después un enorme Samu Saiz echaron abajo el muro y se llevaron el triunfo para tierras aragonesas (1-2). Por lo demas, enorme temporada del campeón de la Liga 1|2|3.

Muñiz salió con todo o, en lo que podría ser un gran consenso entre el levantinismo, con uno de los mejores onces que podría sacar el Levante UD para defender su feudo, esa fortaleza que no caía desde que el campeón de Europa, el Real Madrid, lo profanase el 2 de marzo de 2016. Ahí es nada. Al conjunto blanco le ha dado tiempo a ganar dos Champions League y el Ciutat de València seguía en pie. El conjunto granota salió dominador frente a un Huesca bien armado atrás y que apostaba claramente por el contragolpe. Los aragoneses no permitían que el equipo local pisase área, así que los granotas lo intentaban con disparos tímidos (Morales y Róber Pier) que se marchaban demasiado arriba del portería defendida por Herrera.
Poco a poco, el equipo de Anquela se fue animando comandado por un gran Samu Saiz y por las venenosas internadas por un costado y el otro de Vadillo que, sin embargo, intentó percutir en primer término con sendos libres directos ante los que Raúl Fernández se tuvo que mostrar muy atento. En el otro sector del campo, Jason intentaba filtrarse entre los zagueros visitantes en un día en que no logró conectar con Víctor Casadesús, magistral como revulsivo pero que no dio el plus ante la ausencia de Roger. Volviendo al gallego, una acción personal en la que se apoyó en Rubén terminó con tiro demasiado escorado y Herrera tapándole cualquier hueco para marcar.
Salvo un lanzamiento lateral de falta de Campaña, que despejó como pudo Herrera metiendo los puños abajo, fue la última aportación ofensiva del Levante mientras que el Huesca iba cogiendo confianza en casa de un campeón que, evidentemente, tenía sus deberes hechos desde hace tiempo. Lo de este sábado 10 de junio eran otros deberes, el repaso, las vacaciones Santillana de toda la vida. En el 28', Iván López evitó el 0-1 tras una buena internada de Ferreiro que, tras superar a Chema, cedió atrás para que fusilase Borja Lázaro, que se estrelló ante la presencia del lateral derecho valenciano. Luego le tocó a Vadillo y era Samu Saiz el preparado para fusilar pero esta vez fue Saveljich quien se cruzó providencial. Y, en el 43', de nuevo apareció Samu Saiz para conducir desde el círculo central y armar un disparo desde la frontal que obligó a volar a Raúl Fernández para defender la portería levantinista... y su Zamora. En cuanto al Levante, buscó el primer tanto con un chut tímido de Casadesús desde la frontal que atajó sin problemas el meta visitante.

La segunda parte no fue tan animada en ocasiones pero sí en la que se movió hasta en tres ocasiones el luminoso. El primero que pudo golpear fue Casadesús en un saque de esquina de Campaña: el mallorquín emergió en la línea del área pequeña y, con un mundo de portería por delante, cabeceó al extrarradio. No obstante, no iba a perdonar otra vez el Levante aunque en una acción poco ortodoxa pero de las que no ha perdonado nunca el equipo de Muñiz este año: Akapo cedió de forma defectuosa a su cancerbero y una sombra, la de Morales, apareció para hacerse con el esférico y, en el intento de zafarse de Herrera, golpeó hacia la red. 1-0, gol del Comandante, qué mejor epílogo para la obra maestra del campeón.
Era el 57' y el Levante ya se veía como nuevo equipo de Primera División, campeón de Liga e invicto en su estadio durante todo un ejercicio: la triple corona. Pero empezaba a amenazar con no cumplirse cuando Róber Pier veía la doble amarilla al poco de arrancar en el segundo tiempo. En el 67', con el Huesca volcado sobre el área local, Aguilera cabeceaba en el primer palo un saque de córner. Era el 1-1 aunque, como consuelo menor, o mayor, ya no estaba Raúl Fernández sobre el terreno de juego ya que Muñiz lo cambió para preservar su Trofeo Zamora, que terminó llevándose. Poco después, Samu Saiz, el mejor del partido en ambos bandos, practicó un eslalom exitoso que terminó con un disparo para volver a batir a Oier. Los cerca de mil aficionados del Huesca vibraron con su equipo tras la merecida victoria de los suyos. Terminó la temporada para el Levante sin tener en cuenta el borrón, que fue una anécdota. Arranca el Levante de Primera.