Las anécdotas más divertidas: de los pitos a Mónica Oltra al 'Camarasa el que no bote'

La celebración del ascenso del Levante UD dio lugar a los actos protocolarios con las instituciones y a los festejos con los aficionados y en ambas partes se produjeron diferentes anécdotas con diversos protagonistas. La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra; la teniente alcalde Sandra Gómez y Paco Fenollosa; el 'pirotécnico' Rubén García; e incluso Víctor Camarasa, pese a que no estuviera presente; fueron algunos de ellos y en ElDesmarque hemos recopilado estas curiosidades en un vídeo especial.

La primera de estas anécdotas, después de que la concejala Maite Girau abriese el turno de parlamentos sobre "la Unió Esportiva Llevant", la protagonizó Mónica Oltra. La vicepresidenta abrió su parlamento poniendo las cartas sobre la mesa: "Soy chota, convicta y confesa", señaló la segunda de a bordo del gobierno autonómico, ante los simpáticos pitidos de los futbolistas del Levante UD y, posteriormente, mostró el "orgullo" de la Generalitat por el gran logro de los azulgrana. Posteriormente, le tocó el turno de palabra a Quico Catalán que, a la hora de agradecer el trabajo de Muñiz, tuvo que rebuscar entre el gentío para encontrar a su entrenador, que estaba en una tercera fila en una esquina. "Siempre tan discreto". Y, para finalizar estos curiosos momentos, Paco Fenollosa fue el encargado de entregar la bufanda a la teniente de alcalde Sandra Gómez, ante los murmullos pícaros de los jugadores.
Ya en el Balcón del Ayuntamiento, dos de los grandes protagonistas fueron José Luis Morales y Rubén García. El primero de ellos coreó junto a los aficionados el 'Morales on Fire' que le compuso el grupo Levante Fans y, ya venido arriba, no pudo resistirse a enviar un mensaje: "Vamos a hacer que se enteren los de la esquina: es un choto el que no bote, eh, eh", espetó. Pero la traca sin duda llegó a cargo de Rubén García y el en sentido más literal. Estaba establecido que el speaker Javi de la Osa fuese presentando a todos los jugadores pero, cuando llegó el turno del setabense, que salió el tercero o cuarto, el centrocampista dijo sin cortarse un pelo: "Senyor Pirotècnic, pot començar la mascletà". Por lo que los fuegos se dispararon antes de tiempo pero era lo de menos. Una vez sonó el último trueno, siguieron las presentaciones.
Y otro momento cumbre y con el que se cerró el acto fue cuando los aficionados empezaron a cantar "Camarasa el que no bote, eh, eh". Y los jugadores, llevados por la euforia, se pusieron a saltar aunque sin darse cuenta de la letra del cántico. Una vez oyeron bien lo que coreaban los cientos de personas que se agolpaban en la Plaza del Ayuntamiento, dejaron de botar aunque con las lógicas risas por la anécdota. Un día, en definitiva, muy feliz para el levantinismo.