Año I después de Lucas

Este 25 de octubre de 2016 ofrece muchos motivos para estar de celebración en el Levante UD, tanto por el liderato incontestable de la Liga 1|2|3 como por el galardón recibido por José Campaña como mejor centrocampista de Segunda División del ejercicio anterior, pasando por el 22º cumpleaños de Jefferson Lerma. Sin embargo, también es una fecha en la que se recuerda que hace justo un año se produjo la destitución en el banquillo de Lucas Alcaraz. Más que una clave o un día señalado, fue la constatación de que el proyecto granota se iba a la deriva.

El Levante había ganado tan solo dos jornadas antes al Villarreal por 1-0 y nadie esperaba que (con el 3-0 encajado en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid de por medio) los granotas ofreciesen una imagen tan lamentable frente a la Real Sociedad, que les pasó por encima en el Ciutat de València endosándoles un 0-4. Pero el equipo ya había dado muestras de ir cuesta abajo y sin frenos en el Coliséum Alfonso Pérez tras perder por 3-0 ante el Getafe pero, entonces, ni Manolo Salvador ni el Consejo de Administración se atrevieron a dar el paso. Con tres semanas más de tiempo, y la posibilidad de haber fichado a Quique Setién, nunca se sabe qué hubiera sucedido aunque lo que sí que es fehaciente es que el proyecto era una calamidad y se antojaba difícil que ni Rubi ni cualquier otro diese con la tecla.
La destitución de Lucas Alcaraz no puede empañar la labor realizada por el granadino al frente del Levante pues no hay que olvidar que, en 2014-15, salvó del descenso con cierta solvencia al conjunto de Orriols, sobre todo haciéndose fuerte en casa. Cuando se marchó, el equipo era colista, a tres puntos de la salvación, mientras que concluyó la temporada a siete de distancia. En este caso, los números parecen ser sólo anecdóticos pues la razón principal es que, de principio a fin, el edificio que se había levantado parecía condenado a derrumbarse. Ahora, el técnico andaluz tiene otra tarea complicada como es enderezar al Granada. Y, en cuanto al Levante, se ha reaccionado de manera sobresaliente y, de la mano de Muñiz y de Tito, cada día se postula más claramente para ascender a la Liga Santander.