Rubén, víctima del sistema

El sistema 5-4-1 ha dejado cosas buenas y malas en el Levante UD tanto en el apartado colectivo como en algunos individuales aunque, con seis puntos sumados de nueve posibles y aceptando que el 3-0 en Anoeta pudo tener más que ver en cómo encaro el equipo el partido más que con esquemas, el balance de momento no se puede decir que sea negativo, a falta de ver qué sucede contra el Atlético. Uno de los afectados por el cambio en el dibujo ha sido sin duda Rubén García, que no juega desde el día del Espanyol, es decir, lleva tres jornadas sin participar.

El partido frente al conjunto perico fue el último en que Alcaraz utilizó su hasta hace poco innegociable 4-4-2 y en el que Rubén participó por última vez entrando desde el banquillo en el minuto 60 para sustituir a Iván López. Desde entonces, el setabense no ha parecido por el terreno de juego e incluso en dos de estos tres encuentros que se han jugado desde entonces, concretamente ante el Getafe y el Córdoba, se quedó fuera de la convocatoria. En este último duelo Lucas convocó a 20 futbolistas y su imagen entrenándose junto a Xumetra antes del encuentro con el preparador físico fue bastante significativa. Finalmente, sí que viajó a Anoeta entre los 18 citados pero no tuvo ningún minuto.
El nuevo sistema que está utilizando el técnico granadino ha caído como una losa en un Rubén que ya de por sí, aunque sí que estaba teniendo minutos, había quedado relegado a un segundo plano en cuanto a lo que se refiere al once titular en el que sólo ha estado incluido en cuatro partidos de la segunda vuelta. Ante el Getafe y el Córdoba, Alcaraz se decidió por poner un trivote por delante de la defensa (Morales hizo esa función en el Coliséum Alfonso Pérez), mientras que en Anoeta varió a un 5-4-1 pero tampoco en ese caso el canterano tuvo participación.
Rubén sí que arrancó contando con más protagonismo para Lucas en los primeros encuentros del granadino en el banquillo coincidiendo, además de con la derrota en Balaídos, con la racha de siete puntos de nuevo frente a Almería, Sevilla y Valencia. Sin embargo, la irrupción de Morales le llevó al banquillo, un sitio del que en pocas ocasiones se ha levantado salvo en las segundas partes de los partidos.