Víctor... ¡y victoria!

El Levante UD consiguió una victoria importantísima en un Coliséum Alfonso Pérez (0-1) propicio para ello por la situación en que se encontraba el Getafe que le puede dar media permanencia en Primera si acompañan los resultados y si lo refrenda con un par más de buenos resultados en las próximas jornadas. Víctor Casadesús, en racha en esta segunda vuelta, volvió a ser importante y consiguió el tanto del triunfo en un partido en el que el cambio de sistema de Lucas Alcaraz hacia los cinco defensas, aunque con algunas dudas al principio, otorgó más seguridad a los granotas y terminó por darle tres puntos importantísimos para el conjunto granota.

La apuesta por cambiar a un sistema con tres centrales y un trivote falso por delante, con Morales apoyando a Simao y José Mari, parecía salirle bien a Lucas en los primeros compases del encuentro, tanto que David Barral tuvo dos buenas oportunidades para anotar. La primera en el 2' pero Naldo le estorbó cuando iba a engatillar y la segunda, más clara, tras un saque de esquina en que la pelota cayó como la lluvia pero el gaditano cabeceó muy flojito a las manos de Guaita. Sin embargo, el Getafe iba rehaciéndose poco a poco y empezó a encontrar grietas que demostraron la inseguridad de la defensa granota pese a la acumulación de hombres en la retaguardia. Sarabia empezó a enviar balones interiores que en un primer momento Babá (con un centro al que no llegó por los pelos) y luego Diego Castro no aprovecharon, en este caso gracias a un paradón de Mariño.
Al conjunto valenciano le temblaban de nuevo las piernas y empezó a meterse en la cueva del área, lo que permitía al Getafe aproximarse con más facilidad e incluso disponer de centros francos desde las bandas. Sin embargo, uno de los córners de que dispuso el Levante en esta primera mitad sirvió para frenar el empuje azulón de la mejor manera posible que fue haciendo el 0-1. Morales sirvió desde la esquina y Víctor Casadesús, en una de sus especialidades, se elevó para cabecear lejos del alcance de Guaita. Era el 34' y llegaba el gol para quien más lo necesitaba pues el Getafe, si no matemáticamente, sí que parece de momento salvado y ahí se terminó en los primeros 45 minutos salvo por un testarazo arriba de Juan Rodríguez tras un centro desde el banderín en una acción a la que contribuyó que Mariño no saliese a despejar de puños.
El inicio del segundo acto confirmaba que el conjunto madrileño se había quedado algo descolocado por el gol levantinista ya que no confiaba en sus armas, que no son otras que intentar desplegar un buen fútbol, y abusaba de los envíos directos, precisamente lo que más podía beneficiar a una defensa de tres hombres en el eje como la azulgrana. Pero esto sólo duró el tiempo que necesitó el equipo de Pablo Franco para serenarse pues pronto la pelota volvió a las botas de Sarabia y Juan Rodríguez y volvieron a buscar uno de los puntos débiles de los visitantes como es defender las acciones de sus rivales por los flancos. Sin embargo, cuando el Geta decidió volver a jugar al fútbol el Levante ya había encontrado el cuajo y conforme pasaban los minutos estaba mejor plantado sobre el terreno de juego y desaparecieron esas rendijas por las que se colaban anteriormente los atacantes locales.
Pese a todo, el Getafe seguía dominando la pelota puesto que, con el 0-1 y el avance del partido, el Levante se la entregó totalmente y eso daba 'chance' a los de Pablo Franco para seguir asediando las inmediaciones del área de Mariño aunque, eso sí, se quedaba en las inmediaciones. Eso sí, tanto rondar estaba claro que a los azulones podía llegarles su opción y la buena pudo ser en el 78' cuando Hinestroza envió un balón envenenado al corazón del área al que no llegó por los pelos Baba, que le había ganado la partida totalmente a Ramis. Lentos los dos, delantero y central. La entrada al campo del colombiano le dio vida a un ataque getafense que, de todos modos, adoleció claramente de pólvora y pegada arriba, lógica por otra parte sin un buen hombre de referencia en la posición de definir. Esa falta de punch fue suficiente para que un Levante, por fin, seguro atrás cazase la victoria que puede encaminarle definitivamente hacia su sexto año seguido en la élite.