El Sevilla le hizo la Pascua al Levante (1-2)

El Levante UD perdió por dos goles a uno ante el Sevila en un encuentro en el que, al menos, mereció el empate. Gameiro y Reyes sentenciaron en una primera mitad en la que el conjunto granota puso el dominio, y el Sevilla los tantos.

Tras el descanso, el Levante siguió dominando y acortó distancias gracias a un tanto de Uche en el 72 y, aunque gozó de mas ocasiones, ya no variaría el marcador.
Lucas quería plantarle cara al enrachado Sevilla. El técnico sorprendió a propios y a extraños retocando su línea ofensiva. Así, junto a Barral saltó Uche en lugar del recuperado Casadesús; mientras que en las bandas fueron Rubén y El Zhar, los que desplazaron a Morales (retrasado al lateral) e Ivanschitz. Con todo, su apuesta más sorprendente fue sentar a Jose Mari para dejar el doble pivote a Simao y Sissoko.
Haber jugado 72 horas antes en Almería era decisivo para los cambios en el once. Sin embargo, el Levante comenzó llevando la iniciativa en el choque. Así, las dos primeras ocasiones fueron para los locales, pero también un espejismo. Los granotas dominaban a un equipo que se 'dejaba' dominar y que, a la primera contra que tuvo, vacunó. Reyes habilitaba entre dos defensas para que Gameiro se presentara ante Mariño y de tiro cruzado a la base del palo marcara el 0-1. Nada pudo hacer Mariño.

Llega el segundo mazazo

El gol del francés no cambió la disposición del encuentro. El Levante dominaba sin crear peligro destacado. Las llegadas al área sevillista se sucedían pero morían en la frontal con tiros lejanos como el de Toño, el de Morales o el de El Zhar que se perdían en el cielo de la fría noche valenciana. Solo el marroquí acertó entre los tres palos al filo de la media hora, obligando al joven meta Sergio Rico a lucirse en la mejor ocasión local en la primera parte.
Enfrente, los de Unai, lo tenían clarísimo: defendían sin apuros y aprovechaban la mínima ocasión para crear peligro. Así llegó el 0-2 en el 36'. Regalo de Mariño y Morales, Gameiro ponía el balón en franquicia para que Reyes, llegando desde atrás, lograra el segundo de tiro raso con su pierna menos buena, la derecha.
Aún pudo ampliar la renta el Sevilla con un disparo de falta de Nico Pareja que, entre Mariño y el larguero, se encargaron de despejar. Corría el 40 y, salvo las tarjetas de rigor que le encanta sacar a Velasco Carballo para tener su dosis de protagonismo, nada más ocurriría antes del descanso.

Se sienta Barral, marca Uche

Tocaba cambiar tras el descanso y Lucas lo entendió, pero a su manera. Su declaración de intenciones fue sentar al apercibido Barral -quizá pensando en Mestalla- y poner a Rafael Martins en liza. Más gente fresca arriba y las llegadas empezaron a tener un cariz más ofensivo. De hecho, en el 54' el Levante mereció el primero de la noche, pero Uche la tiró fuera ¡desde la raya! Una lástima. Rubén obligó a lucirse a Rico desde fuera instantes después. Parecía que los granotas querían meter un punto de malicia en sus acciones.
Emery sentó a Tremoulinas y Reyes porque peligraba su cómoda ventaja, mientras que Lucas hizo lo propio y permitió descansar a Simao, uno de los mejores anoche, para dar entrada a Jose Mari. El juego no se resintió, pero el paso de los minutos era una losa contra la que los levantinistas luchaban denodadamente. Las ocasiones y las llegadas al área sevillista empezaron a distanciarse en el tiempo... Hasta el 71' no volvió a atacar el Levante, momento en que Rico se encontró -literalmente- el remate de El Zhar. 
Fue el preludio del primer tanto local. Uche remataba de cabeza un centro de Rubén y su balón se colaba 'llorando' entre Mariño y el palo. 1-2, había esperanza. El Levante no merecía perder y siguió intentándolo una y otra vez. Ahora centraba Toño, ahora Rubén... 
Los dos técnicos quisieron darle una vuelta de tuerca al partido. El visitante sacaba a Bacca por Gameiro, mientras que Casadesús saltaba al campo por Sissoko. Toda la dinamita estaba en el terreno de juego. Bacca pudo ampliar el marcador, pero su remate se estrelló en el larguero. Fue una acción aislada, porque el dominio era local y las llegadas también. Por desgracia, las huestes granotas no consiguieron un gol para lograr un empate que merecieron.
El árbitro, lamentable, puso su granito de arena pitando fuera de juego en un saque de banda, y amonestando a todo 'bicho viviente' del Levante y coartando cualquier reacción final.