Barral es uno y trino

El Levante UD, después de dos derrotas consecutivas frente a Real Madrid y Celta que instalaron la zozobra en el ambiente, reaccionó justo a tiempo y en el lugar más indicado para pegar un golpe de efecto, de puertas hacia adentro en clave de subida de moral para la tropa, y también para su rival, el Almería (1-4). El equipo de Lucas Alcaraz hizo uno de sus partidos más serios de la temporada y, con tres goles de Barral y uno de Víctor Casadesús, sumó tres puntos importantísimos que vuelven a catapultarle en la clasificación y, pase lo que pase en esta jornada, y ya da igual la sanción de la FIFA a los de JIM, pasarán esta semana fuera de los puestos de descenso.

Lucas Alcaraz sorprendió con un once totalmente revolucionario en tanto que hasta seis futbolistas entraron nuevos respecto a los que jugaron de inicio frente al Athletic. Iván López en el lateral derecho, Juanfran y Vyntra en el eje de la defensa, José Mari en el doble pivote junto a Simao Mate, Ivanschitz por la izquierda y, por último, Casadesús en detrimento de Uche. Y acertó de pleno pues todos ellos le dieron el aire fresco y el rendimiento que necesitaba al Levante. Un conjunto granota que, como ya avanzó Barral durante la semana, no engañó sobre sus intenciones: replegado atrás, confiando en rápidas contras siempre comandadas por Morales, por la derecha, y Toño progresando por la izquierda.
Y en una de estas acciones llegó el 0-1. El Levante recuperó la posesión en línea de defensas y Juanfran recogió el balón para avanzar metros. Abrió el campo hacia Toño, que combinó para Ivanschitz para que, en su regreso a la competición después de dos meses, diese el pase de la muerte a David Barral. Le salían bien los planes al conjunto de Orriols, muy serio en el Juegos del Mediterráneo basándose en la sólida pareja que formaban José Mari y Simao. Primero, recuperando e, inmediatamente, saliendo con la suficiente soltura como para sorprender a la zaga rojiblanca. De todos modos, los de Juan Ignacio tuvieron sus opciones en la primera mitad como un doble disparo de Hemed, desde la frontal, y Thievy, al rechace de Mariño, que el portero visitante frustró con dos grandes intervenciones.
Con todo, el Levante seguía aguardando en su terreno el fallo de la escuadra andaluza y con Barral y Casadesús intentando pescar en el río revuelto de una zaga local con demasiados errores. Tanto que terminaron por contagiarle los nervios al portero Julián Cuesta, muy seguro hasta ese momento. El meta puso en juego el balón y José Mari presionó lo suficiente como para robarlo. El esférico, tras pasar por Barral, cayó en los pies de Morales que, con toda la tranquilidad, levantó la cabeza para centrar hacia Casadesús, que cabeceó a placer. 0-2, por tanto, en los primeros 45 minutos para un Levante muy serio, muy solvente, muy diferente al de anteriores encuentros. Trujillo y Barral dispusieron de sendas ocasiones para cada equipo y con esa renta se fue el partido al descanso.
El inicio de la segunda parte tan sólo sirvió para confirmar la tendencia del encuentro y las armas y miserias de cada uno. En el 53', Vyntra sorteó el centro del campo con un balón largo que controló Casadesús. El '18' cambió de banda para que Ivanschitz intentase el remate con la suficiente fortuna para que el cuero cayese en los dominios de Barral y éste superase a un Julián Cuesta ya batido y desesperado para hacer el 0-3. Lejos de matar el partido, éste se fue animando entre la expulsión de Dubarbier y un penalti de Vyntra a Thievy, que convirtió Hemed, y que estableció el 1-3 para poner cierto suspense a la recta final del mismo. Pero fue un espejismo para el Almería, que siguió cometiendo los mismos errores. En el 74', y en un dos para cuatro, Casadesús le envió la pelota a Barral que, entre tres defensas, batió de nuevo a Julián Cuesta para hacer el 1-4 con que finalizaría el encuentro.