Éste es el mural de la vergüenza

El levantinismo se ha sentido agredido por la decisión del Comité de Competición de sancionar con cuatro partidos a Ivan Ramis por el rifi-rafe que tuvo con Youssef El Arabi durante el partido entre el Levante UD y el Granada CF y que les costó la expulsión a ambos. Y más cuando se compara con otros casos en que los infractores han recibido una suspensión menor por parte del órgano disciplinario de la RFEF o, directamente, no han sido castigados.

El primer agravio se produjo sobre el propio terreno de juego ya que la acción entre el defensa granota y el atacante nazarí no fue demasiado violenta aunque, eso sí, acalorada. Entendiendo que Álvarez Izquierdo puso muy bajo el listón para las expulsiones, lo que ha dejado perplejo al levantinismo es que Competición haya rearbitrado o reinterpretado lo escrito por el colegiado catalán. Hay que recordar que el árbitro haba de "discutir con un contrario empujándole reiteradamente, estando el juego detenido", es decir, se refiere a una discusión y a empujones, algo que, por cierto, no se atiene a lo que indican los imágenes porque empujón hay uno y es del punta marroquí a Ramis. Sin embargo, el Comité aplicó el artículo 98 del Código Disciplinario, que habla de "agredir".
El Comité, sin embargo, no vio en el puñetazo de Cristiano Ronaldo a Crespo ni en su patada sin balón y por detrás a Edimar una agresión sino que se produjo de manera violenta al margen del juego", algo castigado entre dos y tres partidos por el Código Disciplinario y le cayeron dos jornadas de sanción. Tampoco hubo medidas drásticas contra Arda Turan después de que, en el partido de Copa del Rey entre el Atlético y el Barcelona, el turco lanzase una bota contra el juez de línea y que, afortunadamente, no le llegó a pegar y Competición no entró de oficio. Como también se pasó de puntillas con las dos patadas que propinó Jordi Alba al jugador del Málaga Juanpi estando en el suelo y con el juego detenido. El lateral izquierdo vio la amarilla pero por protestar que el árbitro señalase la falta a favor de los boquerones. Y, en la primera vuelta, a Hernández Hernández tampoco le pareció agresión que Welligton cogiese de la barbilla a Messi y le tirase al suelo de un empujón. El brasileño del Málaga sólo vio la amarilla.
Tampoco ha dejado indiferente a los granotas que, en su última reunión en la que deja KO a Ramis y El Arabi, Competición le quitase la segunda amarilla al jugador del Atlético Guilherme Siqueira por una mano. Las imágenes dejan bien a las claras que el lateral no comete una infracción pero es llamativo que el Comité tome una decisión que parece razonable en beneficio de los rojiblancos y, por contra, aumente el castigo para el defensa granota y el delantero nazarí.