Barral se gana el cielo

El Levante UD sacó el orgullo, tarde pero lo sacó, y regaló a sus aficionados otra noche de las de desfibrilador y tentetieso con un triunfo por 2-1 que le deja a un punto de los puestos de salvación. Y eso que el Granada parecía llevarse de todas todas el gato al agua adelantándose en el marcador y dejando muy tocados a los de Lucas Alcaraz. Pero los granotas no se rinden, lo de forjados en el yunque de la adversidad ya se queda corto. Camarasa empató a pocos minutos del final del tiempo reglamentario y Barral, sobre la bocina, volvió a surgir para enviar la pelota al fondo de las mallas de la portería de Oier. Sí se puede, gritaba la grada del Ciutat.

El arranque de la primera mitad no pudo ser más significativo respeto a lo que le depararía buena parte del encuentro a ambos contendientes. En el minuto 2 Diego Mariño ya tuvo que emplearse a fondo para atajar un cabezazo de El Arabi, después de que sacase de falta Javi Márquez. El Levante había saltado al campo desconcertado, debía llevar la iniciativa en su propio feudo pero se veía incapaz porque Camarasa y Diop no se decidían sobre quién debía ofrecerse a la defensa para pedir el balón y actuaban demasiado en paralelo. El equipo andaluz insistía y, poco después, el propio jugador de Meliana tocaba la pelota con la mano dentro del área. Penalti. El Arabi, esta vez sí, puso en franquicia el encuentro para los de Abel al batir al meta granota desde los 11 metros.
A partir de ese momento, el Granada no tenía ningún interés en ir a buscar a los levantinistas, más cómodos corriendo que organizando. Los de Lucas Alcaraz, incapaces de generar fútbol, abrían a las bandas y abusaban de los balones largos e incluso Uche tenía que bajar a la línea de medios para poner un poco de orden. Las opciones ofensivas de los azulgrana se resumían en tiros a la desesperada y sin ángulo de Camarasa y Barral. Los nazaríes dispusieron de la última opción del período inicial pero Mariño detuvo sin problemas el disparo lejano de Javi Márquez.
Con un Granada metido atrás, Alcaraz movió ficha en la segunda mitad y permutó la velocidad de Morales y Xumetra por el fútbol de Rubén y Jason. Sin medias tintas. Poco cambió el signo del partido hasta que en el minuto 72 Adrián Colunga fue expulsado por una patada por detrás a Morales. Además, Alcaraz quitaba un central, a David Navarro,para meter la pólvora que le quedaba en el banquillo con la incorporación de Víctor Casadesús. Sin embargo, el silencio se hizo cuando El Arabi dispuso de una ocasión clarísima para marcar el segundo de los visitantes. Con el Levante volcado en el área rival, el Granada cogió en un renuncio a los de Lucas y se hizo el silencio en el Ciutat. El marroquí se internó en el área y chutó envenenado: raso y dirigida hacia el poste izquierdo pero Mariño sacó una mano prodigiosa para evitar momentáneamente el desastre granota.
El partido, muy tranquilo hasta el momento salvo por la congoja de ver cómo volaban tres puntos del Ciutat, entró repentinamente en ebullición cuando Ramis y El Arabi comenzaron a discutir y Álvaro Izquierdo cogió la calle de enmedio: los dos expulsados, justo cuando el delantero nazarí iba a ser sustituido por su compañero Success. Se quedaba, así, el Levante con diez futbolistas y el Granada con nueve. El equipo granota por momentos parecía muerto anímicamente pero, por muy mal dadas que vayan, el espíritu granota aunque dormido siempre es indomable y llegó la ocasión que esperaban los locales: un saque de banda de Iván fue despejado al vértice del área por Oier y Camarasa aprovechó la salida del portero para, sin pensárselo, empalmar desde lejos y, con mucho suspense, convertir el 1-1. Tocaba la heróica y, para los nazaríes, aguantar como pudieran. El Levante empujaba y, al final, logró lo que pocos pensaban con el 0-1. Barral surgió de la nada, navegaba a escondidas por dentro del area y, sin que nadie advirtiera su presencia, de pronto se vio con el esférico en las botas gracias a un preciso pase de Uche. Gol. Gol del Levante. 2-1. Orriols cree y sus futbolistas también.