Un empate que sabe a todo

El Levante UD cerró el año 2014 con un insulso empate a un gol contra la Real Sociedad que le manda de vacaciones con 15 puntos en su casillero, todavía demasiado cerca de la zona baja de la clasificación. No en vano, ambos conjuntos llegaban a esta jornada empatados en la clasificación y así se mantienen. La Real, que todavía no ha ganado fuera, tuvo el acierto de aprovechar una de las escasas ocasiones que deparó un anodino encuentroen el 45 y, cuando ya se las deseaba muy feliz, vio como el Levante aprovechaba unas claras manos de Carlos Martínez para empatar en el 91. Quizá por ello, y aunque el resultado sólo deja a medias a la parroquia granota, sabe a mucho después de la forma en que lo consiguieron los locales.

La Llegada de Lucas Alcaraz ha significado un soplo de aire fresco para el equipo. Es cierto. Le ha dado cierta consistencia y seriedad al equipo, pero no así vistosidad. Con el paso de las semanas, el equipo se diluye poco a poco. El técnico granadino repitió su dibujo con una pareja en la contención en el medio Pape Diop y Simao Mate fueron los stoppers del equipo, que destruían bien, pero a los que les cuesta horrores crear.
Arriba, Lucas, también apostó por otra dupla, en esta ocasión, formada por Víctor Casadesús y David Barral. Entre ambos se fabricaron la primera gran ocasión granota en el minuto 7. El mallorquín cedía de cabeza para que Barral lanzara demasiado alto. Instantes después era Casadesús el que a bocajarro chutaba para que el meta Rulli le atajara el disparo, que bien pudo ser el primero de la tarde.
Este dominio local duró quince minutos, momento en que la Real se estiró y, merced a multitud de córners y faltas laterales pareció dominar el juego. Era una situación fea para el espectador pero que no terminaba de incomodar a los locales. Siendo 'pseudodominados' pero pudiendo salir a la contra, se encontraban relajados. El partido se instaló en una fase anodina, en la que el centrocampismo se imponía a las acciones de peligro en las áreas. Algún centro aislado de Morales o Invaschitz sacaron a los aficionados granotas de su sopor, pero ni con eso se movió el marcador. 
En la segunda mitad todo parecía que iba a discurrir por los mismos derroteros. Sin embargo, demasiado pronto un error de Vyntra cambió la decoración del partido. El mal despeje del griego dejó el balón franco para el ex valencianista Canales quien, con un tiro preciso a la base del palo derecho de la portería levantinista, hacía el 0-1. 
Tocaba remar contra un equipo que llegaba al Ciutat sin haber conocido previamente la victoria en ese estadio, y que sólo había conseguido tres puntos fuera de casa esta campaña. Tocaba estirarse y Lucas puso en liza a Sissoko por Mate para buscar algo más de calidad en la medular y más llegada. Espoleados por el cambio, el equipo pudo empatar. La mejor ocasión fue para Barral que, en el 60, estrellaba sólo su testarazo contra el larguero. El andaluz, desacertado, dejaba su puesto en el once poco después a Rafael Martins, quien junta a Rubén García -que sentaba a Nikos- serían los encargados de aportar más mordiente arriba. Había que empatar como fuera y quedaban quince minutos.
El Levante consiguió encerrar a la Real, pero sus acometidas no inquietaron al conjunto dirigido por el exótico David Moyes que, cambio tras cambio, robaba los preciosos segundos que necesitaron los granotas para evitar una derrota que no le impedía alejarse de los puestos más comprometidos de la tabla. Todo estaba perdido, hasta que en el 91 un penalti señalado sobre que Ivanschitz transformaría estableciendo el definitivo uno a uno que hacía justicia a los méritos y deméritos de ambos conjuntos.