El día que el Levante de Juande bajó a la tierra

El Levante recordará este jueves 4 de diciembre una efeméride especial porque se trata de una de las hazañas más grandes logradas por el equipo granota en sus 105 años de historia: el récord de 13 victorias seguidas del grupo dirigido por Juande Ramos en la campaña 1994-95. Un gran Levante que, sin embargo, no logró ascender a Segunda A por un fatídico final de ejercicio.

Concretamente, aquel 4 de diciembre fue el día en que se vio truncada espectacular racha del equipo azulgrana. Visitaba el Nou Estadi, como antes se llamaba el Ciutat de València, el Girona y se la prometían muy felices los hombres de Juande que, sin embargo, terminarían empatando 2-2. Posteriormente, aún tardarían hasta la jornada 18 para conocer la derrota, a manos del Manlleu (0-1) y también en territorio granota. El Levante aun así hizo una gran temporada que se frustró en el último momento, en la promoción de ascenso. Orriols ya festejaba el retorno a Segunda con la victoria sobre el Écija por 0-2 al descanso pero, luego, los andaluces marcaron cuatro goles en un partido con múltiples versiones sobre cómo se pudo producir aquella remontada.
Después de aquello, se produjo la clásica renovación de plantilla, como si de darle la vuelta a un calcetín se tratase, de la época villarroeliana. Una remodelación que salió bien pues, de la mano de Carlos Simón, el equipo regresó a la división de plata todavía con hombres de la temporada anterior del récord como los porteros Rodri y Ramón, Manolo Herrero, Ballesteros, Juanfran o Fabado. La mayoría de ellos se marcharían a otros lares a seguir ejerciendo de jornaleros del fútbol pero alguno todavía experimentaría lo que es jugar en la élite. Por ejemplo, David Gallego llegaría a jugar en Primera con el Recreativo de Huelva o Carrero con el Murcia. A destacar, sin embargo, la carrera que hizo Carlos Llorens defendiendo los colores de Lleida, Leganés, Rayo, Osasuna, Alavés o Poli Ejido e incluso estuvo un año en el Atlético de Madrid.
Muchos de ellos también se harían un hueco importante en Segunda, aunque cabe destacar los dos años de Eloy Jiménez en la máxima categoría con Las Palmas. El de Hellín, después de aquella magnifica 1994-95 con el Levante, se dedicaría a destrozar redes rivales en varios destinos como el conjunto canarión, donde hizo 19 dianas en su primera campaña o el Elche, equipo en el que marcaría 35 tantos en dos ejercicios, además de otros como Córdoba o Castellón. Ahora, es el entrenador del líder destacado del grupo IV de la Segunda B, el UCAM Murcia.También rayaron a buen nivel en Segunda los porteros Rodri (jugó de azulgrana el año con Mané) y Ramón, que cuajó buenos años en el Xerez. Otros como Uriz, Gallego, Masnou o Paco López continuaron demostrando su calidad en otros destinos.

Juande, el gran triunfador con Juanfran y Ballesteros

Sin duda uno de los grandes artífices de aquellas 13 victorias seguidas fue el técnico Juande Ramos y, tras abandonar el Levante, se confirmo su progresión. El ciudarrealense subió a Primera a Logroñés y Rayo, conjunto el vallecano al que llevaría a unos cuartos de final de Copa de la UEFA. También clasificaría para la segunda competición continental a un Betis recién ascendido a Primera. El culmen de su carrera lo alcanzó en el Sevilla, con el que lograría dos Copa de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España. Pero Juande rescindiría repentinamente su contrato con los hispalenses para marcharse al Tottenham, con quien no lograría grandes hazañas salvo ganar la Carling Cup. De ahí pasaría al Real Madrid, donde no sació la necesidad de títulos de los blancos y su trayectoria se ha ido apagando en el CSKA de Moscú y el Dnipro.
Los otros dos triunfadores de aquella plantilla de 1994-95 fueron Juanfran García y Sergio Ballesteros. El primero de ellos, antes de regresar al Levante, militó en el Valencia, Celta, Zaragoza, Ajax, Besiktas y AEK de Atenas y por medio ganó dos Copas y una Supercopa de Holanda, además de la disputa del Mundial de Corea y Japón en 2002 con España. Por su parte, Ballesteros se hizo un nombre en Primera con Tenerife, Villarreal, Rayo, Mallorca y, finalmente, el conjunto granota, al que regresó en 2008. Por medio, estuvo a punto de ganar algún título europeo (sin contar las dos Intertotos que consiguió), aunque siempre podrá presumir de ser campeón de la Eurocopa sub-21 de 1998 con España.