Caicedo y Sergio García truncan la buena racha del Levante (2-1)

El Levante fue derrotado por el Espanyol por 2-1 por culpa de una mala primera mitad de los granotas, que fueron condenados por innecesarias pérdidas de balón en zona de peligro, y eso a pesar de que se adelantó por medio de nuevo de Morales aunque, en primer término Caicedo, y posteriormente Sergio García, truncaron la dinámica positiva de los valencianos.
Lucas Alcaraz repitió la estructura con la que venció al Valencia pero premiando al héroe del derbi, Morales, en detrimento de Rubén. Los granotas, en un partido regado por la lluvia durante toda la primera mitad, entregaron el dominio del juego ofensivo al Espanyol, que de inicio no hacía mucho daño, y aprovechaban para lanzar algunas contras que no encontraban definición, hasta que sacaron a relucir la pizarra de Lucas Alcaraz. En el minuto 10, Ivanschitz sirvió un saque de esquina cerrado que Sissoko no llegó a engatillar y el pase atrás del valenciano lo chutó Nikos, con lo que el balón se perdió de nuevo hacia el saque de esquina. Desde el otro costado, repitió el austríaco y, tras detener Casilla el remate de Navarro, Morales envió a la red.
No se le podía poner mejor el encuentro a los levantinistas pero pronto dejaron pistas de que no iba a ser su mejor día. En un minuto, Sissoko tocó el esférico con la mano en dos acciones defensivas que Del Cerro grande no castigó como penaltio a favor de los catalanes. El propio centrocampista malí perdía algunos balones que comprometían a la zaga granota hasta que tentaron demasiado a la suerte. Lucas Vázquez recogió la pelota tras uno de esos errores de Momo y chutó, con la mala suerte de que pegó en Navarro y el balón cayó en posición franca para Caicedo. El ecuatoriano, haciéndose un hueco con su corpachón, ajustó su disparo raso y pegado al palo derecho de la portería de Mariño, cuya estirada fue del todo estéril.
Los balones extraviados eran el principal talón de Aquiles del Levante y el Espanyol, bien sujetado por Víctor Sánchez y lanzado a la perfección por Lucas Vázquez, estaba muy atento para darle la vuelta al partido. En el 22', el conjunto de Orriols sacó una falta y, en cuanto los pericos se hicieron con el cuero, Salva Sevilla abría hacia Lucas pero Iván López llegó a tiempo para molestar al incisivo extremo derecho del Espanyol. Y tenía que ser otra pérdida, aunque en este caso menos comprometida porque fue en banda izquierda en el eje de la medular, la que propiciera el 2-1. Lucas Vázquez de nuevo se la robaba a Casadesús y se la envió rápido a Sergio García. El atacante blanquiazul con la clase que atesora galopó y se sacó un zurdazo que entró de nuevo lamiendo el palo del marco de Mariño, que impotente de nuevo no podía hacer nada para evitar el tanto espanyolista. Una circunstancia que podría haber cambiado si Del Cerro Grande, con 1-1 en el marcador, hubiera dado como válido un gol de Víctor Casadesús que el colegiado estimó que marcó en fuera de juego.

Reacción estéril de los granotas

El Levante mejoró en la segunda mitad e incluso fue superior a su adversario, al menos en ocasiones de gol. En el minuto 59, Casadesús le ganó la espalda con un movimiento inteligente a la defensa perica pero su pase de la muerte no fue aprovechado ni por David Barral, que encontró la oposición a su disparo en Casilla, ni por Morales, que chutó muy desviado con toda la portería para sí. En el 76', de nuevo la pizarra de Lucas estuvo a punto de darle réditos a los azulgrana pero el córner servido por Diop lo remató David Navarro a medio metro del palo izquierdo. Al final, Colotto dio la réplica con un testarazo que se perdió unos centímetros por encima del larguero de Mariño.
A Lucas Alcaraz no le gustó lo que vio en la primera mitad, sobre todo las facilidades que encontró Lucas Vázquez para colarse por la banda de Nikos, que fue sustituido tras el descanso por Toño. Posteriormente, el técnico granadino también quitó del terreno de juego a Momo Sissoko, muy inseguro durante todo el primer tiempo y dio entrada a Simao Mate, aunque mucho antes los granotas ya se habían mostrado algo más sólidos en su juego. De todos modos, no sirvieron de mucho, al menos en lo que se refiere a los goles, estos cambios, y el Levante vio truncada su racha de tres partidos sin conocer la derrota.