Godín desactiva la 'kriptonita' del Atlético

Miguel Ángel Moreno

Madrid, 2 abr .- El defensor uruguayo Diego Godín, con un gol de cabeza, desactivó al Girona, la 'kriptonita' del Atlético y al que no había conseguido ganar en los cinco encuentros anteriores, lo que permite al conjunto rojiblanco mantener la esperanza en acercarse al liderato de LaLiga Santander.

Como la 'kriptonita', el mineral ficticio que anulaba los poderes de Supermán en los cómics, el conjunto gerundense se ha convertido por méritos propios en el rival que reduce a su mínima expresión los talentos ofensivos del Atlético. Y ya no es casualidad, porque lo ha hecho en cinco partidos y a punto estuvo de hacerlo en el sexto.

Hoy, en el Wanda Metropolitano, la capacidad del conjunto gerundense de inhibir los peligros del conjunto rojiblanco se vio desde el minuto 3 del encuentro: cuando el lateral Pedro Porro centró desde la banda y encontró solo al marfileño Seydou Doumbia, que remató libre de marca a portería, donde se encontró con el meta esloveno Jan Oblak, que rechazó su disparo.

Al '13' rojiblanco sí que no le debe afectar el material del planeta Kripton, porque se exhibió como siempre, dando igual que el rematador fuera Doumbia, que tuvo esa opción y otra más durante la primera parte, o el centrocampista Borja García, que lo intentó desde lejos y cuyo disparo también encontró los guantes de Oblak.

Si bien el Atlético tuvo sus opciones, especialmente un remate al larguero de Koke Resurrección cuando se aproximaba el descanso, lo cierto es que los grandes peligros del conjunto rojiblanco estuvieron prácticamente anulados: el francés Antoine Griezmann, que hoy disputó su partido número 250 con la rojiblanca, pareció un pasajero del centro del campo más que un peligro en el área.

Lo mismo le ocurrió a Álvaro Morata, que buscó el desmarque pero no tuvo la capacidad de rematar, incluso en situaciones claras como un pase en profundidad del uruguayo José María Giménez en el inicio de la segunda mitad, o un remate de cabeza que le arrebató por un instante el zaguero Pedro Alcalá.

El Atlético se barruntaba otra decepción y el adiós casi definitivo a LaLiga, pero entonces, en un balón colgado tras un saque de esquina que intentó rematar Griezmann y que despejó mal Iraizoz, hacia arriba en lugar de hacia un costado, generó un balón bombeado que le quedó franco a Godín para el remate.

El central charrúa cabeceó sin oposición y a puerta vacía, y el árbitro Ignacio Iglesias Villanueva anuló el gol por fuera de juego previo, pero el videoarbitraje le dio la voz de alerta, y tras unos minutos de incertidumbre e indicaciones desde la sala de la Federación en Las Rozas (Madrid), concedió el tanto.

La celebración poster fue también la constatación de la ruptura del maleficio, el de un Girona que había puesto en apuros al conjunto rojiblanco desde su debut en LaLiga Santander, al inicio de la pasada temporada, con un 2-2 en el estreno de Montilivi en la máxima categoría del fútbol español, en un partido en el que se adelantó 2-0 y el Atlético tuvo que conformarse con igualar.

A la inversa, igualando un 1-0 inicial de Griezmann con un tanto de Portu, logró el empate en su primera visita al Metropolitano (1-1); y en la primera vuelta de esta temporada solo un gol en propia meta de Jonás Ramalho al final del encuentro alejó al Girona de la victoria que anticipaba el gol del uruguayo Christian Stuani (1-1).

La 'kriptonita' gerundense probó su potencia en el cruce de octavos de final, en el que al esperable 1-1 de Montilivi le añadió un sorpresivo 3-3 en el Metropolitano, donde remontó el 1-0 inicial del croata Nikola Kalinic con goles de Valery y Stuani, y volvió a anular la remontada rojiblanca de Correa y Griezmann con un gol final de Doumbia que suponía la eliminación rojiblanca.

Este martes, Godín acabó con la 'kriptonita' del Atlético, VAR mediante, y Griezmann redondeó la fiesta rompiendo su racha de siete partidos sin marcar gracias a un pase en profundidad de Vitolo que le permitió correr hacia Iraizoz y elevar el balón sobre la salida del guardameta. Un premio a su partido 250 como rojiblanco, en el día en el que el Atlético derribó una barrera: la del Girona.