Valverde abre los ojos

Pese a que al término del partido, Ernesto Valverde, técnico del Barcelona, aseguró que el Barça que había jugado en Wembley es "el mismo equipo que la pasada semana" en la que no ganó ningún partido, el técnico sabe que cambiar la posición de las fichas en el tablero a veces lo es todo y el 2-4 de anoche ante el Tottenham demostró esta percepción.

Situar en la posición en la que es más desequilibrante a Philippe Coutinho y confiar de una vez por todas en Arthur Melo le dio alas al Barça.

Bueno, todo ello y las ansias de Leo Messi, que se reivindicó en Wembley, en el mejor escenario, con un partido memorable, dos goles, dos remates al palo y la sensación de dominio absoluto de la situación.

Y es que entre líneas y con espacios, Messi es imparable. El argentino tiene esta temporada entre ceja y ceja levantar la Champions como su principal objetivo, seguramente cree que es una buena manera de estrenar su capitanía azulgrana.

Leo muestra su brazalete en el campo y fuera. Después de muchos meses guardando silencio, Messi ha realizado declaraciones al término de los dos últimos partidos, en el empate en casa ante el Athletic y en la gran victoria de anoche, aunque su declaración de intenciones quedó sellada en la presentación del equipo.

"Prometemos que haremos todo lo posible para que esa copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar en el Camp Nou", dijo entonces Messi.

Sus dos actuaciones en esta Champions han sido impresionantes. Ha marcado cinco goles en dos partidos, un triplete ante el PSV y un doblete el pasado miércoles, en un partido en el que dejó unas estadísticas lejos del alcance de cualquier futbolista.

Según el portal especializado Squawka, tocó 96 veces el balón, acertó el 85 por ciento en los casos, remató seis veces, cuatro entre los tres palos, dos acabaron en gol y los otros dos dieron en el poste.

La extraordinaria actuación de Messi se vio favorecida por la alineación que puso en juego Valverde. Coutinho, como extremo por la izquierda, resultó determinante en el desborde y la asociación con los otros dos delanteros (Suárez y Messi).

Pero sobre todo su posición en el campo lo agradeció el equilibrio de la medular. La media estaba más equilibrada con los habituales Sergio Busquets e Ivan Kakitic, pero sobre todo con la inclusión de Arthur Melo.

El brasileño fue la gran novedad en el once y demostró sus grandes condiciones en el mejor escenario. Pertenece a la familia de 'peloteros', de los que ya saben dónde va a ir el balón antes de recibir, dispone de mucha visión de juego y un buen físico.

"Tiene unas condiciones que nos vienen muy bien. Nos asegura muchos pases, es difícil quitarle la pelota. Ha sido titular en un partido importante. Esperemos que sea el primer de muchos", aseguró Valverde al término del partido.

El gran damnificado de todos los cambios que se produjeron en Wembley fue Ousmane Dembélé. El francés que le dio al Barça la Supercopa de España ante el Sevilla con un gran gol y fue fundamental en las victorias frente al Valladolid y la Real Sociedad, no jugó ni un solo minuto.

Valverde ha comprobado con Coutinho lo que era un secreto a voces, que el ex del Liverpool no es centrocampista y tiene problemas en las coberturas, pero que su desborde desde el extremo izquierdo, su capacidad de asociación con los dos delanteros y su gran remate entrando en diagonales le puede dar muchos días de gloria al Barça.

Convencido con la nueva demarcación de Coutinho y de la alineación de Arthur, a Valverde le queda otra cuestión pendiente, una cuestión capital como es equilibrar la defensa, la línea más cuestionada, ya que el equipo encaja goles en cada partido, con independencia de quien juegue y del rival que sea.