La revolución de Luis Enrique
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Si nada lo evita el próximo miércoles, a las 20.45 horas, en el Camp Nou se vivirá el último gran reto de Luis Enrique en el FC Barcelona: remontar a un grande europeo, la Juventus, un resultado muy adverso (3-0) de camino a las semifinales de la Champions League. El técnico asturiano lo sabe y está meditando, más que nunca, volver a girar la tuerca para sorprender a los italianos.
Tras modificar el esquema habitual utilizado hasta ahora (1-4-3-3) por un revolucionario 1-3-4-3 y buscar múltiples soluciones a los problemas surgidos durante la temporada, el último teorema que se le presenta al míster azulgrana es el de formar un once capaz de derribar la muralla que, probablemente, presentará Allegri en el Camp Nou.
Para ello reservó a Andrés Iniesta ante la Real Sociedad. El jugador de Fuentealbilla, a sus 32 años, empieza a notar el cansancio y el cúmulo de partidos vividos durante su carrera. El héroe de Londres está decidido a no perderse la cita y habría pedido expresamente jugar en la gran noche de la temporada. Las dudas comenzarán a su alrededor. Parece evidente que Busquets, que se perdió la ida por sanción, y Rakitic estarán desde el inicio. Sin embargo, las dudas crecen respecto al nivel del resto. Con Mascherano y Arda tocados, Rafinha lesionado y André Gomes cuestionado, las opciones para el asturiano se reducen. Denis Suárez parece poco probable que aparezca algo que lleva al míster a buscar una nueva vía.
Entre las teorías pensadas, estaría la de volver a revolucionar el once y modificar el sistema, omitiendo uno de los mediocentros naturales de la línea de cuatro para colocar a Messi como mediapunta dejando una especie de 1-3-5-2, con Paco Alcácer como principal novedad en la delantera. De esta forma, la posible revolución de Luis Enrique en busca de la remontada dejaría el once de la siguiente manera: Ter Stegen en portería; Umtiti, Piqué y Jordi Alba o Mascherano en defensa; Rakitic y Busquets en el centro, Iniesta, Messi como mediapunta y Neymar a la banda, mientras que Paco Alcácer y Suárez formarían la delantera.
Una apuesta tan arriesgada como ofensiva. Una apuesta que podría tener en duda a Luis Enrique.