Las lágrimas de alegría en los jugadores del Dépor
La ansiada victoria del Deportivo ante el Tenerife dio paso a la alegría en Riazor. Sobre el césped se pudieron ver muchas lágrimas tras cortar una racha paupérrima e inmerecida por el trabajo del equipo. En las gradas del escenario herculino también se dibujaron miles de sonrisas, la mejor forma de acabar el 2019 y encarar el nuevo año.
El duelo de este viernes en Riazor pareció estar guionizado al vivir un final de esos que te hacen recuperar la fe en el fútbol o en este caso en el Dépor, que vuelve a asomar la cabeza tras vencer al Tenerife y cortar una racha de 20 partidos seguidos sin ganar.
El pitido final, acompañado del gol de Peru en el último suspiro, desató la total alegría en Riazor. Fueron muchos los que mostraron la importancia de conseguir esta victoria con sus gestos o con sus rostros. Es el caso, por ejemplo, de Lampropoulos y Vicente Gómez, que se fundieron en un sentido abrazo para celebrar los tres puntos.
Otro de los hombres que terminó con lágrimas en su rostro fue Mollejo, que finalizó el encuentro desde el banquillo. Allí vivió la decisivo acción de Peru que desató la locura. A Montero también se le vio afectado tras el error que cometió en el penalti del Tenerife y el cúmulo de emociones con el gol de su compañero. Tampoco pudo contener las lágrimas.
Y como no, Riazor pudo disfrutar de nuevo y marchar a casa con una sonrisa de oreja a oreja, tras volver a ver ganar a su Deportivo y soñar con que aún hay tiempo para revertir esta situación. Sin duda esta es la mejor forma de encarar el futuro más cercano con optimismo.
