El Dépor suma y sigue

Deportivo y Málaga se citaban en La Rosaleda en un duelo con claro sabor a Primera. Candidatos por presupuesto, plantilla y trayectoria esta temporada, los dos equipos medían sus fuerzas en un partido "importante, pero no decisivo", según lo apuntado en la previa por los entrenadores de ambos conjuntos. A la postre, el duelo resultó tan trabado y espeso como se esperaba. La falta de efectividad de Blanco Leschuk y Borja Valle desembocó en un empate sin goles que no contenta a nadie, pero tampoco desagrada. 

Natxo González apostó de inicio por el once titular dispuesto en la victoria en Granada: Pedro Mosquera, recuperado de sus problemas físicos, fortaleció la medular; Diego Caballo se adueñó del lateral izquierdo; y Domingos Duarte regresó al centro de la defensa tras cumplir un encuentro de sanción.

El encuentro arrancó parejo, sin que ambos equipos tuviesen la intención de arriesgar más de la cuenta. Los coruñeses se acercaron sobre todo por el costado derecho gracias a las progresiones de David Simón, pero ni Dépor ni Málaga quisieron llevar el peso de la posesión. El duelo entre Blanco Leschuk y Duarte también focalizó el interés durante los primeros 20 minutos de juego, con el punta propiedad del Shakhtar ucraniano incomodando al central portugués en el cuerpo a cuerpo.

Carentes de combinaciones y juego entre líneas, las cartulinas amarillas mostradas a Pedro Mosquera y Álex Bergantiños marcaron el transcurrir de la contienda en la recta final del primer tiempo. Tan solo una internada de Quique González, cuyo centro desde la banda izquierda no encontró a Edu Expósito en el área, sembraría incertidumbre en las inmediaciones de la portería defendida por Munir. Al descanso se llegaría con el Málaga reclamando un posible penalti de David Simón no señalado por Gorostegui Fernández.

A la vuelta de los vestuarios, entre Pablo Marí y sobre todo Dani Giménez le pusieron en bandeja el 1-0 a Blanco, pero el punta se topó las manos del portero vigués con todo a favor para abrir la cuenta goleadora del Málaga. El esférico le había caído en los pies tras una pifia en el despeje del meta del Deportivo.

Espoleados por esa acción, los locales subieron una marcha y a los hombres de Natxo González les costó reaccionar. Sin embargo, Borja Valle dispondría de una buena oportunidad para anotar el 0-1 tras recibir en la frontal del área un envío de Edu Expósito. El catalán había sido habilitado por Mosquera en la mejor triangulación coruñesa de los primeros sesenta minutos.

Los parones en forma de faltas cometidas por el Málaga ayudaron a equilibrar la balanza. En ese escenario, sería Edu Expósito quien de nuevo pondría en ventaja dentro del área a Cartabia, pero el remate del extremo argentino con su pierna menos buena, la derecha, no encontró los tres palos.

Tampoco Borja Valle en un uno contra uno clarísimo ante Munir. El berciano recibió un pase de tijera de Domingos a la salida de una acción parado y no tuvo la clarividencia suficiente para rasear la pelota lejos del alcance del guardameta.

Con la tensión cortándose en el ambiente y mucho sufrimiento en las defensas de ambos conjuntos se llegaría al final del choque. El punto no es malo para los intereses blanquiazules, aunque habrá que hacerlo bueno en Riazor ante el Alcorcón y la UD Las Palmas en las dos próximas jornadas.