Casi 300

El desplazamiento de los aficionados del Deportivo de La Coruña al feudo de la AD Alcorcón fue, cuanto menos, multitudinario. El estadio de Santo Domingo vivió el peregrinaje de unos 300 aficionados que llenaron las gradas y vitorearon durante todo el partido. 300 almas... O casi. Porque hubo algunos que no comparecieron en la tarde-noche del sábado: los propios jugadores.

Bajo los focos del estadio municipal madrileño solo jugó un equipo, el local. Un vendaval amarillo destrozó a un Dépor que pareció haberse quedado en A Coruña. Cualquier jugador del Alcorcón parecía estar en el mejor momento de su carrera. Laure, viejo conocido en Riazor, cuajó un partido a medio camino entre Manuel Pablo 2002 y Carlos Alberto 1970.

La defensa del Dépor fue la primera cuya ausencia quedó evidente. Juan Muñoz, delantero rival, pareció el mejor Albert Luque: siempre se habilitaba los espacios de la mejor forma para acabar fallando hasta cuatro ocasiones claras. Dani Giménez, que no perdió el tren a Alcorcón, salvó hasta tres ocasiones claras de gol, además de imponerse dentro del área en varias ocasiones evitando males mayores.

En ataque, el espigado Carlos Fernández fue la Torre de Hércules: desde Alcorcón le enviaron varios balones larguísimos que él conseguía bajar, pero a su alrededor únicamente encontró acantilados y piedras. Solo en lo alto de una colina intentó ser el faro de una nave hundida desde el minuto uno.

Michael Krohn-Dehli decidió que no le gustaba el entorno y decidió autoexpulsarse. Su segunda roja en tres partidos ligueros hace pensar que el danés no se encuentra cómodo jugando a la pelota. Algo le pasa. Vicente Gómez, que pasaba por allí, tuvo la feliz idea de tirar a puerta, aunque ellos sí que estaban once. El otro Dani Jiménez, que tampoco es malo pero no se escribe con G, acabó con la única esperanza de anotar de los visitantes.

A esos casi 300 deportivistas que sí decidieron hacerse notar en Alcorcón les queda un largo viaje de regreso. Cuando estén de vuelta en A Coruña y se reencuentren con los jugadores, con los que no comparecieron en Santo Domingo, seguro que les recuerdan que ellos sí estuvieron allí.