El delantero rumano, en el mercado
Atada de pies y manos por el tope salarial, el margen de maniobra de la dirección deportiva del cuadro coruñés, ya sin Richard Barral al mando, es prácticamente nulo, por lo que los fichajes están supeditados a la salida de futbolistas en nómina.
Los planes del equipo herculino pasan por facilitar la marcha de jugadores que apenas han disfrutado de minutos esta campaña, pero la contrapartida económica de esta operación salida no se prevé significativa. En este escenario entra Andone, que sí podría dejar una buena suma de millones en las arcas coruñesas, los necesarios para cubrir carencias importantes en el eje de la defensa y en la medular.