El Deportivo sobrevive a su caos en defensa

Apurados, Deportivo y Athletic Club dirimían en Riazor qué equipo de los dos se tomaba un respiro y afrontaba el mes de diciembre con un poco más de oxígeno y distancia sobre los puestos de descenso. El conjunto coruñés, con cuatro novedades en el once titular (Navarro, Albentosa, Mosquera y Adrián López), mostró los mismos desajustes defensivos que condicionan por completo la obtención de buenos resultados. El punto final es un alivio atendiendo al nivel ofrecido por la retaguardia.

El choque arrancó con timidez por parte de ambos bandos, sin un dominador claro de la posesión de la pelota. Ni Dépor ni Athletic querían arriesgar más de la cuenta, y el primer error grave lo cometió el conjunto blanquiazul. Navarro rifó la pelota al intentar combinar con Mosquera, los 'leones' recuperaron la posesión, contragolpearon y Aduriz le brindó una asistencia de lujo a Susaeta que el extremo no desaprovechó.
Como en nueve de los últimos doce encuentros, al equipo herculino le tocaba remontar. Para intentarlo, Adrián se echó el equipo a la espalda y desequilibró desde el perfil izquierdo del ataque. La calidad individual del asturiano y los destellos a cuentagotas de Cartabia comenzaron a inclinar la balanza a favor de los herculinos, que consiguieron transformar ese dominio posicional en el gol del empate a salida de un córner. 
El equipo coruñés ejecutó el saque de esquina en corto, Cartabia colgó el balón al área y la pelota llegó a los pies de Mosquera, cuyo remate errático acabó en los pies de Adrián, listo y rápido para mandar el balón al fondo de la red. 
Los desajustes defensivos volvieron a maltratar al Deportivo
Con el 1-1, el Athletic volvió a la carga y a punto estuvo de marcharse al entretiempo con ventaja en el electrónico. Una buena mano de Rubén Martínez y una acción dentro del área blanquiazul en la que Mikel Rico reclamó penalti de Schär y González González no señaló nada punible salvaron a los hombres de Parralo.
La segunda mitad se inició con Edu Expósito en el césped en el lugar de Pedro Mosquera. El mediocentro coruñés, muy gris, se quedó en el vestuario, lastrado por su discreto rendimiento y por la tarjeta amarilla recibida en el transcurso de la primera mitad.
El Deportivo se mostró ansioso, incapaz de no dejar espacios entre líneas mientras intentaba adelantarse en el marcador. En una contra en la que Albentosa no llega a cerrar el pase interior de Raúl García ni tampoco mantienen la línea, el mediapunta del Athletic filtró un buen balón al corazón del área que Williams colocó en el fondo de la red.
A la desesperada, los hombres de Cristóbal Parralo buscaron la igualada y la encontraron de nuevo la igualada en una acción a balón parado. Un saque de esquina peinado por Adrián López finalizó en los pies de Schär, completamente libre de marca en el segundo palo. El suizo empujó la pelota al fondo de la red para delicia de un afición aburrida de los errores de sus futbolistas.
En un final marcado por el caos defensivos del Dépor, Juanfran a punto estuvo de anotar el 3-2. El empate sabe dulce porque atrás el equipo es un flan.