La estructura de la cubierta también está dañada

Según han explicado a La Voz de Galicia el autor del proyecto adjudicado en 2015 (Javier López Pita) y el director de obra (Antonio González Meijide), los problemas en la cubierta de Riazor van mucho más allá de las placas de PVC que volaron como consecuencia del temporal y que impidieron la disputa del Dépor-Betis el pasado viernes.

 
"Lo que se dañó y que está más deteriorado son las placas de PVC, pues con el sol y el paso del tiempo se van deteriorando, pierden elasticidad, se hacen quebradizas y, con un temporal así, el viento se las lleva. Luego está la estructura, que también tiene deterioros que hace conveniente repararla o sustituirla", explicó González Meijide, a lo que posteriormente añadió que "Como Pabellón y Marathon están más expuestas a los vientos, son las gradas con mayores destrozos, pero la estructura está mejor, porque es más nueva, con unas barras más protegidas y un galvanizado que las hace menos sensibles a la corrosión". Es decir, para el técnico, son las estructuras de los fondos las que están en mejor estado pese a que sea ahí donde han volado algunas placas de PVC. "Que rompa el PVC es un peligro, naturalmente, pero también es bueno para la estructura, porque sufre menos", comentó también López Pita.
Por otro lado, López Pita señaló también la dejadez durante años como uno de los principales problemas: "Es imposible que aguante 40 años al lado del mar, por eso hay que tratarla cada poco, pero allí no se ha hecho nada en mucho tiempo".
Como solución inmediata, González Meijide propone lo siguiente: "Con la actual cubierta yo no esperaría 20 años, pero sí dos o tres, y ese proceso va a tener que ser así, porque si hay que licitar de nuevo, redactar otro proyecto y hacer la obra de un forma compatible con el uso del campo, desde que se tome la decisión, hasta que esa cubierta pueda inaugurarse van a pasar tres años probablemente".