El despliegue de Strand Larsen sobre el césped aún no se ha transformado en goles

El delantero noruego Jørgen Strand Larsen, por el que el Celta de Vigo pagó 11 millones de euros al Groningen neerlandés en el último día del mercado de fichajes, todavía no se ha estrenado como goleador con la camiseta celeste pese a ser un fijo en el once del técnico Eduardo Coudet. Sus buenas actuaciones sobre el terreno de juego no se han transformado en goles a pesar de contar con varias ocasiones claras que no ha logrado transformar.

Larsen suma 438 minutos sin ver la portería rival, repartidos en seis partidos, de los cuales cinco los jugó como titular. Únicamente fue suplente contra el Cádiz, apenas 24 horas después de su llegada a Vigo.

"En cuanto al trabajo funcional lo está haciendo bien. Siendo delantero, quiere hacer goles, pero hay que estar tranquilos porque las ocasiones están y el generar ocasiones constantemente hará que empecemos a convertir con mayor asiduidad”, declaró Coudet en la víspera de medirse a la Real Sociedad.

Sus palabras no son baladíes porque el argentino confía ciegamente en la apuesta personal de Luis Campos, asesor deportivo. Suma el doble de minutos que el portugués Gonzalo Paciencia (203) y 82 más que Carles Pérez, pese a haber jugado tres partidos menos que el exfutbolista del Roma.

Larsen ha tenido varias ocasiones para celebrar su primer gol con el Celta. En su debut contra el Cádiz estrelló un remate de cabeza en el poste, y frente al Atlético de Madrid, ya como titular junto a Iago Aspas en la línea de ataque, dispuso de varias ocasiones de oportunidades.

El noruego, que firmó la pasada campaña 14 dianas en la Eredivisie, sí consiguió superar a Marc-André ter Stegen en el Camp Nou pero su gol sería posteriormente anulado por fuera de juego de Javi Galán. En su última actuación, ante la Real Sociedad, no llegó a probar a Remiro.

Una sequía goleadora que, sin embargo, no está afectando a su rendimiento. Su adaptación ha sido muy rápida, y Larsen está aportando ese otro juego que tanto le gusta a Coudet: fija a los centrales, los carga de tarjetas, combina con criterio, gana muchos de los duelos aéreos... Por todo ello, sigue siendo indiscutible para el técnico argentino.