Pésima imagen de un Celta que sigue al borde del abismo

Mala imagen, pésima en muchos minutos, de un Celta de Vigo que ha caído con justicia ante un rival que no se jugaba nada como el CA Osasuna. Los pupilos de Óscar García no han logrado certificar su salvación en LaLiga Santander, de hecho es justo lo contrario, se han metido en un lío que ahora deberán solventar ante Levante y Espanyol en las dos últimas jornadas de Liga.

El Celta empezaba su búsqueda definitiva de la permanencia con la ya clásica defensa de tres centrales con dos carrileros largos como Mallo y Olaza. Un sistema que le ha aportado seguridad defensiva a lo largo de los últimos meses en un once donde entraban Rafinha y Santi Mina. Quien ni siquiera se pudo vestir de corto fue Fédor Smolov, al que Pione Sisto sutituyó en el banquillo.

Con solo dos delanteros, Iago Aspas y Santi Mina, lograba el equipo abrir el marcador en el minuto 10, aunque no lo pudieron celebrar hasta el 12', cuando el VAR validó la posición de un Santi Mina que salía del pase de Aspas en línea con Aridane. Los celestes lograban ponerse por delante, lo que les daba la permanencia matemática.

Gallego empata a centro de Estupiñán

El Osasuna buscaba reaccionar adelantando líneas para acercase a la meta de Iván Villar. Un cabezazo de Enric Gallego flojo y por encima del larguero era su primer aviso ya que en el 23' el veterano delantero aprovechaba un centro de Estupiñán para lograr el empate superando la marca de Jorge Sáenz.

Sin tiempo para respirar Rafinha probaba a Sergio Herrera con un disparo seco y ajustado al palo diestro del meta rojillo. Lograba desviar lo justo Herrera para mantener la igualada en el marcador. A falta de segundos para alcanzar la primera media hora fue Mina el que tuvo el 1-2 en sus botas en una contra lanzada por Rafinha. El remate del vigués se marchó desviado por escasos centímetros del palo izquierdo de la meta del Osasuna.

Avisaba Óscar García en la previa de los centros laterales de los navarros, ya habían logrado el empate así, y a punto estuvo David García, superando de nuevo a Jorge Sáenz, de cabecear la pelota al fondo de las redes en un cuarto de hora final donde el Osasuna se hizo amo y señor del partido. Los ataques rojillos, en velocidad o con centros por la banda defendida por Mallo llenaban de dudas a los celestes.

Óscar García cambiaba su dibujo dando entrada a Nolito por un desafortunado Jorge Sáenz. El Celta se plantaba con un 4-2-1-3 con el que buscar de forma más insistente la victoria, algo que lograba en los primeros minutos de la segunda mitad algún ataque con cierto peligro, como el de Iago Aspas por el costado diestro con un mal disparo al palo largo.

El propio Iago tuvo otra oportunidad, esta vez, desde el área chica que Herrera desvió a línea de fondo. Sin embargo el cuadro local no se amedrentaba ante las intentonas celestes. Aspas lograba entrar en juego mucho más que en anteriores encuentros pero le falta la chispa de otras campañas para ser el futbolista total que causaba pesadillas a todas las zagas rivales.

Mala segunda mitad

No le gustaba el desarrollo del partido a Óscar García, especialmente por el agujero del equipo en banda derecha. Sin complejos daba entrada a Kevin por Rafinha para doblar el lateral y tapar a Estupiñán. También quitaba del campo a Beltrán por Bradaric y a Santi Mina por Juan Hernández cuando aún quedaban más de 20 minutos por jugarse en el Sadar.

Iván Villar desbarataba varias acciones de ataque, muy claras de Osasuna, gracias a sus reflejos. El de Aldán salvaba los muebles de un Celta cada vez menos reconocible y competitivo. También Bradaric salvaba al Celta de un gol casi seguro a disparo de Adrián en un pésimo final de partido.

Óscar daba una nueva vuelta de tuerca a su once en el 85' con un último cambio en el que Olaza se iba al banquillo para que entrase Brais Méndez. Mallo pasaba a ocupar el lateral izquierdo para que el Celta volviese a igualar efectivos en un mediocampo que había perdido.

Un final esperado

El Celta se había desecho como un azucarillo en un vaso de agua cada minuto que pasaba y finalmente Arnáiz, el más bajito de la clase, marcaba el 2-1 a favor de un Osasuna que había sido muy superior a un Celta que se mete en un tremendo lío a la espera de conocer el resultado del Mallorca.