El Celta tira a la basura el partido ante el colista

Derrota ante el colista CD Leganés en un pésimo encuentro de un Celta de Vigo que maquilló el resultado con dos goles en la segunda mitad tras hacer el ridículo más de 60 minutos sobre el césped de Butarque. El Celta, siempre por detrás en el encuentro, mal planteado desde el banquillo y mal ejecutado por los jugadores salió derrotado con justicia en un duelo directo que deja a los de Óscar García en puestos de descenso.

Salió el Celta con la clara intención de no repetir el mal arranque protagonizado la semana anterior ante el Real Valladolid. Líneas muy altas y presión sobre la zaga rival impedían que el Leganés, de un Aguirre que igualaba los 359 partidos de Helenio Herrera, se sintiese cómodo sobre su campo. Así sucedió hasta que una acción en solitario de Braithwaite desencadenó la tormenta perfecta sobre el área de Rúben Blanco.

Óscar ejecuta al Celta

El meta celeste despejaba a córner el disparo del danés, en ese saque de esquina Awaziem remataba de cabeza al larguero. No era capaz de salir el Celta de su campo y Rafinha cometía una absurda e innecesaria falta sobre Bustinza que transformaba Óscar Rodríguez con un espectacular lanzamiento de falta para poner, en el 15', el 1-0.

El tanto pepinero hundía a un Celta incapaz de recuperar el balón ni de detener las acometidas locales de un Leganés que tuvo en la cabeza de Bustinza el 2-0 en el minuto 20. Los de Óscar García eran incapaces de dar señales de vida en una primera ´parte infame en la que, de nuevo, el Leganés pudo ampliar su ventaja en una acción de En-Nesyri que tuvo que salvar Rubén Blanco que sin embargo se comía el tanto, ya en el 39', de Óscar Rodríguez.

El centrocampista local se zafaba sin problemas de un Rafinha que apenas buscaba la presión sobre su rival, para probar fortuna desde la frontal. Ahí cogió mal colocado a Rubén, que tras dos buenas paradas se comía el esférico. Minutos antes Denis Suárez era sustituido por Pione Sisto. El Celta protagonizaba la peor primera mitad en muchos meses completamente superado por el colista, el Leganés.

Con defensa de tres a por el milagro

Óscar movía su once al comienzo de la segunda mitad sustituyendo a Hugo Mallo para dar entrada al Toro Fernández. El Celta subía un punto su intensidad pero el era el Leganés el que creaba las ocasiones, primero Braithwaite disparaba sin oposición de ninguno de los medios de un equipo desnortado para que Rubén despejase con problemas.

La indecisión de la zaga celeste permitía a En-Nesyri hacerse con el rechace y buscar una nueva ocasión de gol para que, finalmente, Kevin Rodrigues marcase desde la frontal con un ajustado disparo que impactaba en el palo de la meta defendida por Rubén Blanco. Era el minuto 54 y el Leganés sentenciaba el partido ante el peor Celta de los últimos meses.

Remontada fallida

Pasado el 60' se abría un rayo de esperanza en una falta botada por Pione Sisto que deja el Toro de cabeza, desde el segundo palo, para que Araujo marcase, también con la testa, el 3-1. A los de Óscar, ya sin Rafinha en el campo, le quedaba media hora para soñar con un empate.

Poco duraba la alegría al Celta ya que el Toro Fernández veía la segunda amarilla, muy discutible, en un salto mal medido donde el colegiado castigó en exceso el leve golpe que propinó a un rival con un brazo ya recogido. El uruguayo acabó expulsado ya que había visto una amarilla al comienzo de la segunda mitad.

El Leganés daba por bueno el 3-1 y los minutos empezaban a avanzar de forma inexorable cuando Aspas, en el minuto 80, ponía el 3-2 en el marcador en una preciosa jugada individual.

Asedio sin premio

El Celta disponía de otras dos ocasiones de gol en las botas de Iago Aspas y la cabeza de Santi Mina ante un Leganés ahora sí, muy nervioso en defensa al ver como su ventaja se había esfumado en unos minutos y el Celta seguía rondado la meta del Pichu Cuellar.

Ya en el descuento un centro de Okay dentro del área pepinera era reclamada por los celestes como penalti, pero el central madrileño tenía el brazo pegado al cuerpo. Al Celta de quedaba un saque de esquina y un centro al área de Olaza para soñar con un empate que hubiese sido tan milagroso como inmerecido. El Celta, a pesar de los dos goles de la segunda mitad, caía ante el colista dejando una pésima imagen en buena parte del encuentro.