El color celeste inundó las gradas de San Mamés
El Celta no estuvo para nada sólo en San Mamés ante el Athletic. La importancia de la cita desembocó en una movilización masiva y se estima que entorno a 1.000 aficionados del conjunto vigués estuvieron en las gradas. La pena fue que no pudieron regresar a casa con una alegría, tras la derrota de su equipo, que deja los deberes de la salvación para la última jornada.
Una vez más, el celtismo demostró la fe y el cariño que tiene hacia su equipo, protagonizando un gran desplazamiento de aficionados que pudo palparse en la ciudad desde el inicio del día. Desde primera hora, el color celeste comenzó a inundar las calles de Bilbao y, posteriormente, las gradas de San Mamés.
Fueron entorno a 1000 espectadores los que se dieron cita en el estadio para alentar al Celta, unos 500 llegados desde Vigo y otros muchos pertenecientes a las grandes peñas del equipo que existen en Bilbao. Pero la tarde no fue la esperada. El conjunto que dirige Escribá cuajó un mal partido y cayó derrotado, por lo que tendrá que luchar hasta la última jornada para mantener su plaza en LaLiga Santander para la próxima temporada.
Tras la finalización del partido, los hinchas tomaron rumbo en dirección a casa, tocados por una dura derrota pero con ganas de que comience un nuevo día para empezar a calentar el vital encuentro de la última jornada ante el Rayo Vallecano, en el que sólo haría falta puntuar para certificar la salvación.
