Luis Enrique vuelve a las andadas
La llegada de Luis Enrique a la selección española de fútbol ha devuelto una imagen vivida en el Celta, no sin sorna, hace ya cinco temporadas. El técnico asturiano ha vuelto a subirse al andamio para dirigir el entrenamiento de la 'Roja' como hacía en A Madroa, donde el vetusto andamio es un vestigio de épocas pasadas.
Tres años se pasó sólo el andamio, abandonado por Berizzo y su cuerpo técnico hasta la llegada de Juan Carlos Unzué, pupilo de Luis Enrique y segundo entrenador del Celta con el asturiano en la temporada 2013/14.
Fue Luis Enrique el que pidió instalar esta estructura metálica en el campo de entrenamiento del primer equipo para poder observar, desde las alturas, los movimientos de los que eran sus jugadores.
Este hecho sorprendió a propios y extraños causando un gran revuelo entre el celtismo, que en muchos casos se tomó a broma el andamio. Tras la salida de Luis Enrique del Celta con todo su cuerpo técnico con destino a Barcelona el andamio se quedó, sobrevivió a las inclemencias del tiempo y de los meses.
A Eduardo Berizzo nunca se le vio subido a el. Por eso el andamio tuvo que esperar tres largas temporadas para volver a ser protagonista en A Madroa. Con la llegada de Juan Carlos Unzué recobró la vida, volvía a ser utilizado para observar y grabar los entrenamientos. Una labor que desarrollada en multitud de ocasiones por Aitor Unzué, hijo del técnico navarro.
Hasta el momento el andamio de A Madroa ha vuelto a pasar a mejor vida. Ni Antonio Mohamed ni nadie de su equipo lo ha utilizado. Pero Luis Enrique añoraba su invento y ha pedido a la Federación que construya uno en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Ahí el asturiano ha dirigido el tercer entrenamiento de la selección española. Luis Enrique ha vuelto a las andadas, ha vuelto al andamio, aunque ya no sea el de A Madroa.
