Un buen botín para un Celta valiente

El Celta salió vivo del Camp Nou, tras un partido en el que se mostró muy ordenado en defensa y muy valiente en las salidas a la contra. Los de Unzué supieron aguantar las embestidas del Barcelona y aprovechar sus oportunidades, para rescatar un punto en el campo del líder.

 
Sorprendía Unzué con el once con el que sacaba al Camp Nou. El entrenador navarro aprovechó la ausencia de Jonny, baja por sanción, para hacer una auténtica revolución en el once. Mallo pasó a ocupar el lateral izquierdo y Wass el derecho. En el centro del campo dio entrada a Brais y Jozabed, dejando nuevamente a el 'Tucu' en el banquillo, como en el encuentro de Copa ante el Éibar.
Una alineación con la que el Celta salió a por todas en el feudo barcelonista. Pero a las primeras de cambio apareció el primer inconveniente, Sergi Gómez, en una acción con Luis Suaréz cayó mal al suelo y se le salió el hombro. El central catalán tuvo que abandonar el terreno de juego en sustitución del Gustavo Cabral.
Pese a la primera dificultad el Celta salió a apretar al Barcelona desde el comienzo, con posesiones largas buscando algún desajuste en la zaga azulgrana. El equipo dirigido por Ernesto Valverde también salió a hacerse con el control del balón, y como el Celta también protagonizó posesiones largas, con alguna llegada de peligro.

Cómo no, Aspas

Sin embargo el primero en golpear fue el Celta. Tras alguna acción tímida por parte del Barcelona, el Celta encontró en un contraataque una ocasión que no desaprovechó. Wass filtró un balón a la espalda de la defensa, Piqué y Umtiti salieron en falso, y el balón lo recogió Aspas es una posición privilegiada. Se quedaron él y Maxi Gómez solos ante Ter Stegen. El de Moaña le regaló el gol al uruguayo, que falló ante el portero. El rechace le cayó de nuevo a Aspas, que no falló y mandó el balón al fondo de la red.
Se adelantó así el conjunto visitante como premio a su valentía, saliendo a presionar al Barcelona y provocando una y otra  vez las pérdidas de balón.

Alegría fugaz

Poco le duraría sin embargo la alegría al Celta. Tan solo tres minutos después del tanto de Iago Aspas, en el 22, una buena jugada colectiva que terminó con gol de Messi. Un balón al espacio de la defensa celeste, que se encontró el delantero argentino para no fallar delante de Rubén Blanco.
El Barcelona que había metido una marcha más a su juego tras el gol de Aspas, encontró recompensa a la primera de cambio. Y a punto estuvo de dar la vuelta al marcador el equipo local. Messi mandó otro balón a la espalda de la defensa, para que Luis Suárez batiera a Rubén. El tanto fue anulado por un fuera de juego que no era, ya que estaba Jozabed descolgado en banda.
Tras el empate de los de Valverde y el susto de Luis Suárez, el Celta pasó sus peores momentos. EL Barcelona se vino decidido a por el tanto que diera la vuelta al marcador, y lo intentó en varias ocasiones. Sobre todo con balones aéreos colgados al área que hace sufrir mucho a la zaga celeste. Paulinho estuvo a punto de anotar su quinto gol en liga, después de rematar de cabeza a las manos del portero de Mos un centro de Rakitic.
Tras los sustos, el Celta pegó un arreón al final de la primera mitad, que a punto estuvo de encontrar recompensa. En una contra dirigida por Brais Méndez, que dejó muy buenos detalles, Pione Sisto puso un centro al segundo palo que remató muy alto Wass con su pierna derecha.

El Barcelona a por todas

Tras el descanso los de Valverde salieron con una marcha más, decididos a anotar el gol que diera la vuelta al marcador. Y a punto estuvieron de conseguirlo en el minuto 48, en una muy buena acción de Paulinho, que tras conducir el balón por el centro y driblar a Rubén, mandó el balón fuera a puerta vacía.
Y apareció Luis Suárez en el minuto 61 para darle la vuelta y remontar el marcador. Tras una muy buena jugada colectiva, Jordi Alba le puso el tanto en bandeja al delantero uruguayo, que no perdonó en el mano a mano ante Rubén.
Rubén, que poco después evitó el tercero del Barcelona, que hubiera supuesto la sentencia. Un centro lateral que remató Messi de cabeza a bocajarro, y que el portero de Mos sacó a córner.

Aspas vuelve a meter al Celta en el partido

Y el Celta pasó de 3-1 al 2-2 en apenas unos minutos. La parada de Rubén dio paso a una gran jugada de Aspas, que tras un gran regate, dejó tieso a Umtiti, que se lesionó. El de Moaña llegó a línea de fondo y le puso un balón raso atrás a Maxi Gómez, que con mucha sangre fría batió por alto a Ter Stegen.
El equipo de Unzué encontraba así el premio a su insistencia y valentía saliendo a presionar la salida del balón y buscando los espacios a la contra. El Barcelona  tras el mazazo intentó por activa y por pasiva anotar el tanto que le diera la victoria, que no se llegó a producir pese a las ocasiones claras de Alcácer y Messi.

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