Al Celta se le va la vida por el aire
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Las estadísticas vuelven a ser crueles con el Celta. De los 19 tantos encajados, casi un tercio, 6 han llegado de un remate de cabeza. Los de Juan Carlos Unzué son el equipo de Primera División que más veces han tenido que recoger la pelota de sus redes tras un cabezazo de un rival, los mismos que el Betis, que tiene un partido menos.
El partido contra el Sevilla, alzó al Celta a lo alto de esta tabla. Muriel, tras un despiste en la marca de Jonny, y Nolito, al que Mallo dejó completamente solo, subieron la estadística a seis goles encajados de cabeza.
Sólo el Betis, con el mismo número de tantos recibidos iguala a los de Unzué. Los verdiblancos aún deben disputar el partido correspondiente a la jornada 12 este lunes ante el Éibar. Pedro Martín coloca a vigueses y sevillanos como los peores de Primera, mientras que los de Berizzo, Valverde y Bordalás lideran la estadística con un sólo tanto recibido.
2-1 Sevilla-Celta Minuto 48. Gol de Nolito, que ha marcado de cabeza 3 de sus 44 goles en Primera. Tres goles de cabeza en este partido. Más goles en contra de cabeza en esta Liga: 6 Celta y Betis Menos: 1 Sevilla, Barça y Getafe
— Pedro Martin (@pedritonumeros) 18 de noviembre de 2017
Precisamente, un jugador del Real Betis, Sergio León, abrió la lata en la segunda jornada. Un centro de Guardado fue aprovechado por el delantero verdiblanco para meter el primero de estos seis goles recibidos de cabeza. Feddal logró el gol de la victoria con otro testarazo.
Stuani, el gran rival de Maxi Gómez para entrar en la lista de Uruguay para el Mundial de Rusia, logró en Balaídos el segundo de su equipo también de cabeza. El ariete uruguayo pudo cabecear a placer en el enésimo error de marca celeste.
Si Nolito marcó el tanto de la victoria del Sevilla este sábado, otro ex del Celta, Adrián logró también marcar con la cabeza el 1-0 que abrió el marcador tras un golpeo de chilena de Baysse que tocó el larguero. El mediocampista remató el rechace a un metro de la línea de gol en una acción en la que ninguno de los celestes pudo adelantarse al malacitano.
