La lesión de Pablo Hernández carece de gravedad

Buenas noticias, tras el susto protagonizado por las imagenes de la madrugada del miércoles al jueves, donde se veía la durísima entrada de Carlos Sánchez sobre el Tucu Hernández los informes médicos han dejado la lesión en un esguince de grado I.

 
En un principio se temió en una posible rotura de ligamentos, sobre todo viendo el gesto de dolor del mediocampista del Celta, que se retorcía sobre el césped de Chicago. Al acabar el encuentro, donde Chile derrotó por dos tantos a cero a Colombia, el propio jugador explicaba que creía que era un esguince muy fuerte, y que estaría alrededor de mes y medio sin poder jugar.
Tras el reconocimiento médico al que se ha sometido, las previsiones han mejorado, si bien es imposible que esté listo para la final ante Argentina del este lunes, la distensión de ligamentos de su rodilla izquierda podría estar recuperada en sólo 10 días, en el plazo más optimista, aunque ese plazo puede llegar a ser de cuatro semanas. Si se cumplen las peores previsiones, el tucumano no estaría disponible para Berizzo hasta finales del mes de julio por lo que llegaría muy justo de forma al inicio de la nueva temporada. El viernes se someterá a nuevas pruebas en las cuales se podrá determinar de forma más ajustada el tiempo que Pablo Hernández deberá estar de baja.