Las matemáticas confirman el éxito de un señor equipo

El Cádiz CF jugará la próxima campaña en LaLiga Santander. Ya se sabía desde la pasada jornada, pero ya es algo matemático después de haber ganado a la SD Huesca en el Carranza. Un marcador que fue incluso algo corto porque el equipo desaprovechó varias contras muy claras.

El Huesca se jugaba mucho más que los amarillos, pero desde el inicio se veía al equipo cadista muy metido en el partido. La iniciativa, cómo no, era del conjunto visitante y eso no sorprendía a nadie. Pero cada vez que recuperaba el balón salía con velocidad por la banda de Alejo y buscando a Lozano.

Las primeras llegadas eran del Huesca, que buscaba con ahínco la portería de Ledesma, sobre todo a balón parado y también aprovechando los errores en la salida del cuadro gaditano. En los primeros 20 minutos no se contabilizaron ocasiones claras por parte de ninguno de los dos. Sólo algunas llegadas con cierta intención.

El ritmo era bajo porque así lo quería el Cádiz. No dejaba que su rival corriera y le esperaba bien replegado, con las líneas muy juntas. Era Rafa Mir el jugador que más inquietaba en los oscenses, mientras que la delantera novedosa del conjunto amarillo demostraba escasa compenetración entre Lozano y Saponjic.

La primera oportunidad del Cádiz llegó a la media hora con un disparo de Iza desde el borde del área tras una dejada de Alejo. La intención ofensiva de los locales era indiscutible y no se conformaba con ese punto que le daba matemáticamente la salvación.

El equipo había ido de menos a más en el transcurso del primer tiempo y antes del descanso se puso por delante con un gol de Marcos Mauro, que aprovechó una prolongación de Lozano en el primer palo. Pero la alegría duró poco porque Rafa Mir se inventó un golazo ya en la prolongación. El delantero vio adelantado a Conan en una contra y con un disparo imparable hizo el tanto de la igualada.

Fueron unos minutos de locura porque antes de que Hernández Hernández pitara llegó el segundo gol del Cádiz. Fue Gastón Silva en propia puerta después de una jugada por la izquierda de Malbasic, que había recibido un gran pase de Fali.

El Cádiz estaba más suelto en ataque que en otras ocasiones y se aprovechaba de las carencias de su rival en ese apartado. En el arranque de la segunda mitad tuvo una buena ocasión Saponjic en un gran centro de Malbasic, pero la zaga del Huesca lo evitó en el último instante.

Los de Cervera estaban encontrando espacios para correr ante un rival que estaba descosido, presa de su propia ansiedad. Pero el tercer gol no llegaba y eso le daba opciones al Huesca de seguir vivo. Estuvo cerca del empate con un disparo de Siovas en una jugada aislada cuando todavía quedaban unos 25 minutos para el final.

A pesar de ir ganando, a Cervera no se le veía contento con su equipo. Cometía errores en zonas que están prohibidas para el entrenador y la presión del Huesca, lógicamente, iba a más. Metía en ese momento a Negredo, Sobrino y Jairo, sabedor que iba a tener la opción de hacer daño a la contra.

Tuvo varias ocasiones saliendo al contragolpe, pero no estuvieron afortunados Malbasic ni Sobrino en el pase final. Jairo falló una gran ocasión después de una obra maestra de Negredo con un control y un pase extraordinarios. Pudo ser un marcador más amplio, pero el triunfo se quedó en casa.