Derrota injusta contra un buen equipo y un pésimo árbitro

El Cádiz CF se quedó con las ganas de puntuar en un partido en el que tuvo demasiados rivales en contra. Estaba un gran equipo y un nefasto árbitro, Medié Jiménez, que en todo momento barrió para el equipo grande. Perdonó una expulsión clarísima de Gudelj cuando el marcador era 1-0 y fue minando las opciones amarillas con decisiones más que discutibles.

El partido empezó con un aviso por parte del Cádiz, que a través de José Mari obligó a Bono a hacer una buena intervención. El equipo de Cervera presionaba arriba y complicaba la salida del Sevilla, que tocaba sin precipitarse en busca de los espacios que faltaban.

Ni que decir tiene que la posesión era abrumadora para el rival en los primeros minutos, pero ya se sabe que eso no es ningún problema para los amarillos, como se comprobó en Huesca. A los ocho minutos se le anuló un gol a Ocampos por fuera de juego en una acción con suspense porque el VAR tardó mucho en aclararse.

El Sevilla tocaba con calidad y ponía en aprietos a los locales. Pero el Cádiz tuvo la ocasión más clara del inicio en un centro de Pombo que Salvi remató fuera en boca de gol. Cuando pisaba el área sevillista lo hacía con mucho peligro y daba la sensación de que podía hacer daño al coloso. Jonsson reclamó un penalti por empujón cuando iba a rematar en el segundo palo.

Había dejado escapar el Cádiz una ocasión para ponerse por delante y el partido volvía a la senda del monólogo sevillista en los minutos siguientes. Oliver Torres se encontró con el palo en un centro chut al filo de la media hora en una de las contadas ocasiones en las que el Sevilla encontró una fisura en la defensa cadista.

La buena noticia es que no pasaban muchas cosas, excepto algún susto provocado por la calidad visitante. El desgaste estaba siendo mucho para frenar sus acometidas y ésa la mala noticia de cara a la segunda parte.

Y no pudo empezar mejor porque el Cádiz trenzó una jugada sensacional para ponerse por delante. Negredo dejó pasar con inteligencia un balón para que Pombo recibiera en la banda. Realizó un gran centro al que llegó el propio Negredo, que puso el pase atrás de cabeza para que Salvi marcara de volea.

El partido se ponía justo donde querían los locales. Lo único malo es que quedaban 40 minutos por delante, pero el tanto le dio alas. Negredo pudo hacer el segundo a renglón seguido, pero en lugar de rematar con la derecha cuando estaba en una posición clara, prefirió hacerlo de rabona. Incluso así obligó a Bono a hacer una buena intervención.

El Sevilla daba un pase adelante y metía a Munir, De Jong y Jordán. El Cádiz seguí a lo suyo, dándolo todo y con alguna llegada, como un disparo lejano de Negredo en el minuto 59. Había que sufrir, se sabía, y el empate llegó en el minuto 65 en un buen cabezazo de De Jong a centro de Jesús Navas, que hizo una gran jugada.

El árbitro había perdonado la expulsión a Gudelj unos minutos antes por un tremendo codazo a Álex Fernández. El equipo ofrecía síntomas de cansancio y los cambios tampoco estaban dando mucha sensación de refresco porque jugadores claves como Álex, Salvi y Pombo estaban muy cansados.

El partido entraba en la recta final con todo en el aire y con la angustia para el Cádiz de que se podía escapar un punto por la calidad de su rival, que iba sacando suplentes a cual mejor.

Había aguantar y dar algún susto. El Choco Lozano estaba haciendo daño con sus arrancadas y el partido se había igualado. Se había recuperado energía con Augusto en la medular, pero llegó un mazazo inesperado y doloroso en el minuto 90. Un pase en profundidad a Munir no fue interceptado por Cala y marcó el 1-2. Los jugadores cadistas reclamaron una falta previa a Lozano en el inicio de la jugada.

Ya con el equipo volcado, llegó el tercero en una contra que aprovechó Rakitic. Demasiado castigo para un partido mucho más igualado de lo que reflejó el marcador.