Las lágrimas de Nano Mesa: de llorar de dolor en enero a hacerlo de felicidad en julio

El triunfo por la mínima en Almendralejo deja al Cádiz CF a una victoria de lograr el ascenso matemático a LaLiga Santander. Algo que podría suceder este sábado de imponerse al CF Fuenlabrada en el Ramón de Carranza y si los resultados de los rivales directos así lo permiten. Pero los jugadores del conjunto cadistas son conscientes de que lo tienen en sus manos -o botas- y algunos no podían ocultar la ilusión tras el triunfo ante el Extremadura UD. Un claro ejemplo es Nano Mesa.

Con el pitido final, el atacante tinerfeño se dejó caer sobre el verde del Francisco de la Hera y no pudo evitar llorar de felicidad. Un jugador que ha pasado un calvario con las lesiones, que cuando comenzó a ganarse seriamente el favor de Álvaro Cervera cayó gravemente lesionado y que poco a poco se ha ido convirtiendo en una pieza importante y valorada para el técnico cadista. Y todo ello en apenas una temporada defendiendo la amarilla, pues llegó el pasado verano.

Nano Mesa es un ejemplo de superación. Solo él sabe por todo lo que ha tenido que pasar, algo que, desgraciadamente, no era algo nuevo con su llegada a Carranza, pues los continuos problemas físicos ya le acosaban desde mucho antes.

De llorar de dolor a hacerlo de alegría

Como ha cambiado la historia. A finales de enero, Nano Mesa caía lesionado en el encuentro que medía al Cádiz con el Racing de Santander. Tan solo se habían cumplido los primeros 13 minutos de juego cuando una durísima entrada de Iñaki Olaortua al canario le llevaba a retorcerse de dolor sobre el verde de Carranza. El defensor del conjunto cántabro acababa expulsado, pero Nano salía peor parado: un fuerte esguince de tobillo que le mantenía apartado de los terrenos de juego durante cuatro semanas.